Las 57 sillas nuevas que disfrutarán los diputados en el nuevo edificio del Congreso tendrán un costo de ¢82.650.000. Es decir, cada una tiene un valor de $2.500 (¢1,45 millones).
La información fue confirmada por la oficina de prensa del Banco de Costa Rica (BCR) tras consulta de DIARIO EXTRA.
Se trata del equipamiento mobiliario que tendrá el nuevo edificio legislativo que construye la empresa Edica que se espera esté listo en marzo.
El BCR es en realidad el dueño del inmueble y la administración del Congreso, pero lo alquilará en una especie de leasing por un plazo de 17 años, tiempo que dura el fideicomiso.
Después de ese lapso el edificio pasará a manos de la administración de la Asamblea Legislativa.
El banco indicó a El Diario del Pueblo que los montos del nuevo mobiliario aún son preliminares, ya que se diseñan el cartel para sacar a concurso lo requerido, eso sí, respetando los requerimientos técnicos que entregó la administración del Congreso.
Además de las sillas están las curules, cuyo valor también se estima en $2.500 cada una.
Es decir, la nueva curul y la silla de los padres de la patria tendrán un costo total unitario de $5.000, aproximadamente, unos ¢2,9 millones al tipo de cambio actual.
El BCR estima que para suplir con menaje a todas las oficinas del nuevo edificio se requerirá $1.123.503; es decir, más de ¢650 millones al tipo de cambio.
En total, el mobiliario se estima que supere los $4,2 millones, o sea ¢2.450 millones.
CALIDADES ESPECIALES
Antonio Ayales, director ejecutivo de la Asamblea Legislativa, explicó que es imposible usar las sillas actuales porque no cuentan con los requisitos mínimos para el nuevo espacio del plenario.
Además, muchos de los legisladores sufren problemas porque no son ergonómicas, incluso algunas diputadas las han cambiado porque al sentarse no tocaban el suelo con los pies.
“Todo se ha hecho con criterios técnicos y el BCR ha tenido malas experiencias con equipamientos de poca garantía, que requieren reparaciones y cambio de piezas, entonces como la Asamblea no es la dueña del edificio, y para hacer reposición de equipos se requiere presupuestar partidas y las sillas normales cada dos año hay que cambiarles algo, por eso se entró en una modalidad de buscar equipos que cumplan con los estándares necesarios que no requieran ese mantenimiento”, explicó.
También dijo que estas sillas cuentan con una garantía de 15 años, lo que evitará reponer piezas.
“Tienen además normas ergonómicas para soportar las sesiones que a veces se prolongan mucho, hasta 8 horas, por eso la gente nuestra de Salud Ocupacional hizo las recomendaciones necesarias”, manifestó.
SOPORTAN HASTA 130 KILOS
Las sillas tienen capacidad para soportar entre 45 kilos y 130 kilos, cuentan con certificación de norma ISO con su garantía y tapicería en cuero.
“En el mercado hay sillas de hasta $10.000, pero se llegó a la más barata que reuniera las condiciones. Igual con las curules, están diseñadas de acuerdo al espacio que hay ahí. No son pupitres de escuela, son mesas de trabajo y están hechas en madera nogal americano, también tapizadas en cuero”, indicó.
¿Qué pasará con el actual plenario? La administración seguirá utilizándolo para actividades de los legisladores como un auditorio con sillas en el centro. Igual suerte correrá el Salón de Expresidentes, que seguirá habilitado, pero ya sin los cuadros, que se trasladarán al nuevo inmueble.
AHORRO
¿Por qué el nuevo edificio traerá ahorro al Estado? Actualmente la Asamblea paga por año por concepto de alquileres $2,5 millones por 7 edificios. Eso quiere decir que, en el plazo de 17 años, tiempo del pago del fideicomiso, se derogaría solo en alquileres $42,5 millones.
Sumado a este dato, el Congreso aplicó un programa de movilidad laboral donde ya se han eliminado 82 plazas.
De acuerdo con Ayales, esto representa un ahorro de ¢2.600 millones anuales, pero en el plazo que dura el arrendamiento del edificio cada plaza representa $1 millón de ahorro a las arcas públicas.
Este programa de movilidad se mantendría para llegar a 100 plazas, por lo cual la administración proyecta ahorros para el plazo del arrendamiento por poco más de $140 millones.
El costo del inmueble supera los ¢86.000 millones y consta de 21 pisos, de los cuales 4 son subterráneos.
TICOS OPINAN
• Luis Antonio Vega Paniagua
“No estoy de acuerdo en la inversión para la compra de sillas porque el mobiliario existente está en buenas condiciones. ¿Para qué invertir en un gasto innecesario?”.
• Leda Vega Ruiz
“Esa inversión es una falta de respeto para el pueblo. La situación económica está difícil y aun con el plan fiscal se dan ese lujo los diputados”.
• Jahanny Rivera
“¡Qué barbaridad! Un gasto de ¢82 millones para sillas. No estoy de acuerdo, es un relajo”.
• Yurineth Mora
“Se pone en práctica el plan fiscal para un ahorro masivo de recursos y es inconcebible que se gaste ¢82 millones en la compra de sillas”.
PERIODISTA: Bharley Quirós Navarro
CRÉDITOS: Fotos: Johnny Méndez/Corresponsal
EMAIL: [email protected]
Sábado 11 Enero, 2020
HORA: 12:00 AM
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