Un hombre identificado por las autoridades como Érick Moscoso Moscoso fue asesinado de al menos diez puñaladas mientras permanecía dormido en la habitación número cinco de las cabinas Secreto de Amor, en el sector de San Miguel de Barranca, Puntarenas.
La víctima de 45 años de edad trabajaba en recursos humanos del Hospital Monseñor Sanabria, fue ubicado por un empleado con toda su ropa, en medio de un charco de sangre tirado en el suelo, con profundas heridas en la espalda y al menos cinco lesiones en la parte media izquierda del abdomen.
El trabajador, sumamente asustado por tal escena, se dirigió a la administración de las cabinas a contar lo que vio y de inmediato se comunicaron con oficiales de la Fuerza Pública, quienes a su arribo confirmaron lo descrito por el testigo y coordinaron con los agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Fuentes confidenciales mencionaron a DIARIO EXTRA que Moscoso no presentaba ninguna estocada en sus brazos que reflejara una acción de defensa mientras lo atacaban, al parecer serían dos hombres, quienes tras darle muerte se llevaron el arma homicida.
Los asesinos dejaron huellas de zapatos, huellas dactilares en la cama y en una barra de cemento, así como otra evidencia, que podrían ayudar a que los agentes del OIJ den con el paradero de ambos sospechosos, quienes llegaron en el carro de su víctima que era vecino de Chacarita de Puntarenas.
Trascendió que cuando arribaron los investigadores a la escena del crimen, el sistema de circuito cerrado que tiene las cabinas estaba apagado, no ubicaron bitácoras y el guarda de seguridad estaba dormido, lo que dificulta la labor de las autoridades, pese a que el local se promociona como un sitio seguro.
El ingreso de Moscoso junto con los dos homicidas fue a las 7:30 p.m. del lunes y dos horas después los supuestos agresores salieron caminando.
TRABAJO DE HORMIGA
El Periódico de Más Venta en Costa Rica supo que una vez que el cadáver llegó al Complejo de Ciencias Forenses, los especialistas le colocaron una lámpara ultravioleta donde se detalló si el cuerpo tenía algún elemento piloso (cabello) o algún fluido (saliva, semen) de otra persona.
Luego le quitan con cuidado la ropa que es analizada con el mismo aparato, posteriormente las prendas son embaladas y llevadas al laboratorio forense, mientras las heridas son inspeccionadas para ver la trayectoria (de arriba hacia abajo, de adelante para atrás y de izquierda a derecha).
En cuanto al cadáver, es minuciosamente revisado en boca, pene y ano para tratar de ubicar algún fluido y dar con el ADN de alguna persona, que es analizada por el laboratorio de Bioquímica Forense.
Para la policía, los homicidas se ensañaron con Moscoso, quien al parecer al momento de mortal ataque estaba dormido y posteriormente lo agarraron a la fuerza para que se desangrara.
En el Hospital Monseñor Sanabria lamentaron lo sucedido y sus compañeros aseguraron que Érick Moscoso era una persona muy trabajadora, servicial y que no le conocían que tuviera algún problema, por lo que la noticia les toma por sorpresa.
El OIJ reporta en lo que llevamos del año 26 personas asesinadas, con un 80% de los casos resueltos, mientras que el año pasado se registraron 19 homicidios.
