Un nuevo modelo político
Lic. Roy Levell Brown
Los Estados Unidos se convirtieron en la principal potencia industrial del mundo a principios del siglo XX por una explosión de espíritu emprendedor en el Nordeste y Medio Oeste, junto con la llegada de millones de trabajadores inmigrantes y agricultores de Europa. El 7 de diciembre de 1941, el país se unió a la lucha de los Aliados contra las Potencias del Eje, después del ataque japonés a Pearl Harbor, pues la Segunda Guerra Mundial impulsó la economía mediante el suministro de capital de inversión y puestos de trabajo. De los principales combatientes, Estados Unidos fue la única nación que se enriqueció a causa de la guerra.
Es la primera potencia económica y militar a nivel mundial, además son amantes de la democracia, el presidente es elegido en las urnas cada cuatro años, pero en esa gran nación, el presidente debe rendir cuentas y nadie puede estar por encima de la Ley. Ya hace bastante tiempo los demócratas vienen barajando la idea de iniciar un juicio político, en inglés “impeachment”, contra Donald Trump. La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, demócrata, es una de las impulsoras de la apertura de una investigación que puede dar lugar a un proceso de destitución, pero parece que este nuevo caso el “Ucraniagate” no lo desvela, de todos modos, el presidente Trump siempre está en el ojo de la tormenta.
En el cuarto debate celebrado la noche del martes 15/10/2019 entre aspirantes a la candidatura presidencial del Partido Demócrata estadounidense, sus participantes mostraron unidad en cuanto a la investigación previa a un juicio político al presidente Trump y evitaron cuestionar la actuación del ex vicepresidente Joe Biden en el caso de Ucrania, precisamente el debate arrancó con los dardos de los 12 aspirantes en dirección al presidente, pero algunas cosas cambiaron, la senadora izquierdista por Massachusetts, Elizabeth Warren, fue el principal blanco de los ataques en el debate y permitió brillar más a Joe Biden y a los rivales que disputan al ex vicepresidente el trono del centro.
En este debate tocaron varios temas, entre ellos: el servicio de salud, la educación universitaria, el abandono de las tropas norteamericanas a sus aliados kurdos en la frontera entre Turquía y Siria y el uso de armas, pero no entraron en muchos detalles de fondo, sin embargo, la senadora Warren, apoyada por el también senador Bernie Sanders, le entraron duro al proyecto de poner más impuestos a los más adinerados del país, es decir, los cuatrocientos súper ricos de los EE.UU. tendrían que contribuir con más de sus fortunas.
El ciudadano de a pie tendrá que tener ojo de águila y un amplio sentido crítico para escoger su presidente. En el partido demócrata tenemos el ala radical de izquierda conformada por Bernie Sanders y Elizabeth Warren, y en el otro lado más moderado a Joe Biden. Para Sanders no deben existir los multimillonarios y su plan de imponer más impuestos a los ricos es con el propósito de crear un fondo para cerrar la brecha entre ricos y pobres. Y Warren, después de la trama Ucrania, sube en las encuestas como alternativa, mientras tanto Biden baja. Cuando le preguntan a ella cómo va a financiar su programa socialista, ahí se queda patinando, dicen los analistas que no todo se puede financiar con impuestos. Pues bien, las elecciones presidenciales número 59, a celebrarse el martes 3 de noviembre de 2020, parece que será un momento crucial para los estadounidenses, podrían experimentar un nuevo modelo político, económico y social, y solo queda una opción, elegir continuidad, moderado o radical son alternativas con poco margen para maniobrar.
