Sábado 20, Abril 2024

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° San José, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Alajuela, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Cartago, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Heredia, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Limón, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Guanacaste, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Puntarenas, CR

Opinión

Pescado por pez: absurdos idiomáticos

Rigoberto Guadamuz Monge*

Todos entendemos qué cosa en un pez: un animal que vive en el agua y respira por medio de branquias. Esas branquias le sirven para extraer el oxígeno. Algunos tienen escamas a modo de imbricación para protegerlos; otros no tienen eso, pero sí una piel dura, con su boca debajo del cuerpo; son los hipóstomos, como el tiburón. Tomado del latín, tenemos la palabra pescado, que de acuerdo con la definición de la Academia Española de la Lengua es aquel pez, sacado por cualquier medio de su elemento natural: el agua. Nos queda bien claro -entonces- que, en contraposición, un pez es aquel que no ha sido sacado del agua, lo que establece con claridad: la diferencia espacial e idiomática que deberemos atender los hispanohablantes y, aún más, la Academia.

Los peces desovan o fresan, es decir, ponen sus huevas o mugan (del verbo mugar). Estos animalitos tienen un depósito donde portan la masa de huevos en esa bolsa oval.

Sin embargo, la respetable Academia Española tiene una enorme confusión de criterio y conceptualización, en cuanto a la aplicación correcta del idioma sobre cuándo aplicar los términos pez y pescado.

En la entrada que corresponde a la red "contramalla" para capturar peces, en España entienden mal el asunto espacial que se debe aplicar, porque, en tanto los peces no han sido sacados del agua, siguen siendo peces y no pescado, como explican mal con "contramalla".

Ya antes expliqué esto de las huevas de los peces. Aun cuando se capture este tipo de animal y se les abra el vientre, prima el estadio anterior o momento espacial por el cual es el pez vivo que tiene sus huevecillos, cosa contraria que "explica" el DRAE para esto de hueva, al citar que son los "huevecillos de ciertos pescados".

En la entrada que corresponde a "oolito", que es la piedra caliza que tiene ciertas concreciones redondas, en España confunden otra vez el asunto de pez y de pescado al mencionar que se parecen a las huevas de pescado, siendo lo correcto huevas de pez.

Cosa igual sucede con la palabra orfo, que es un pez de dientes serratos o serrados, es decir, como una sierra (no pescado, como se ve en el DRAE), porque en tal definición idiomática sobre el tipo de animal es incorrecto encasillarlo como pescado, porque no ha sido sacado del agua y la idea central es la descripción del pez como animal clasificado así dentro del reino animal. Un "pescado", como dice mal el DRAE, es inaplicable porque se ha de entender que el orfo vive, tiene su hábitat, es un ictícola en el ambiente que le es propicio. 

En la entrada que corresponde a "pez", la Academia comete un grave error de concepto, porque señala (por no decir que dicta y obliga) que es un "pescado de río", cosa espacialmente mal definida. Si es su propia explicación que un pescado es "Pez comestible sacado del agua por cualquiera de los procedimientos de pesca", da por sobreentendido que en tanto no esté vivo en el agua, será eso, un "pescado" que no calza con la definición internacional de esta clase de animales. 

Igualmente, en el DRAE, en la entrada que corresponde a sula [término usado en Cantabria], otra vez la Academia vuelve a citar "pescado" en lugar de pez. En tanto el animal no ha sido capturado y sacado del agua, seguirá siendo -sí o sí- el pez, por definición internacional que no acatan en España.

Antes cité que las escamas de los peces están imbricadas y esto es así para darle mayor comodidad de movimiento. Esta imbricación, es lo mismo que usaron los antiguos romanos en sus armaduras, los griegos en algunos de sus barcos con piezas de metal unos y de cuero otros, cual escamas para dar una mejor articulación y para protegerse de las flechas, etc. También vemos en los armadillos esa forma tan especial de caparazón, etc.

También el verbo imbricar (de donde viene imbricación) es el modo como se acomodan las tejas, con una parte cubierta por otra o las láminas metálicas de nuestros techos. Y, por etimología, el verbo "imbricar" deja ver "lluvia".

En todo caso, insto a la nuestra Academia Costarricense de la Lengua a que se pronuncie sobre este tema y rechace o acepte mi tesis.

 

*Etimólogo y lexicógrafo con énfasis
en lógica lingüística

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

EMAIL: [email protected]

Lunes 23 Septiembre, 2019

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Rigoberto Guadamuz Monge*

Enviar noticia por correo electrónico

SIGUIENTE NOTICIA

ÚLTIMA HORA