25 años de transformar la manera de hacer negocios en Costa Rica
Guillermo Varela Brenes*
Hace 46 años, se escuchó por primera vez el familiar sonido del ¡PIP! tras la lectura de un código de barras en Estados Unidos. Fue una época en la que la manera de hacer negocios evolucionó de manera significativa.
En Costa Rica, fue un supermercado ubicado en barrio La Granja el que se atrevió a dar el primer paso en el año 1993 de la mano de una organización visionaria que trajo al país el estándar mundial de los códigos de barras.
El sistema de estándares GS1 es el más utilizado en el mundo. Por más de 46 años, empresas de todos los tamaños y sectores han implementado estos estándares internacionales, logrando eficiencia y seguridad a lo largo de la Cadena de Suministro.
Los códigos de barras son símbolos de diferentes tipos y usos que se pueden escanear electrónicamente mediante lectores láser o lectores basados en cámaras. Se utilizan para codificar información tal como números de identificación de producto, números de serie, números de lote, fechas de producción o vencimiento, y muchos otros datos logísticos.
Los códigos de barras juegan un papel clave en las cadenas de suministro de los detallistas de todo tipo como supermercados, pulperías, ferreterías, distribuidores mayoristas, servicios de transporte, hospitales, entre muchos otros. Actualmente, es prácticamente imposible la existencia del comercio, sin el apoyo de estas herramientas y sin acompañamiento a las empresas para su implementación.
Es claro que los temas de comercio electrónico, la factura electrónica, el catálogo electrónico de productos y la firma digital, dominan hoy las relaciones comerciales y corresponde ahora que el país dé prioridad el desarrollo de procesos y sistemas de trazabilidad, no solo por una imposición de los grandes mercados, sino también por los beneficios que trae para la seguridad y la calidad de los productos.
La Asociación GS Uno, que impulsa la competitividad del país a través de estas herramientas, cumple 25 años de labores en un momento clave para Costa Rica. Esto se convierte en el desafío de seguir liderando y acompañando a las empresas nacionales privadas y públicas, para que sigan produciendo de forma eficientemente, rentable, competitivo, con un alto grado de innovación y llevando hacia delante la economía y por lo tanto la competitividad del país.
*Director ejecutivo de Asociación GS Uno Costa Rica
