Viernes 19, Abril 2024

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° San José, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Alajuela, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Cartago, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Heredia, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Limón, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Guanacaste, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Puntarenas, CR

Opinión

El Estado como crimen organizado

Andrés Álvarez Quesada / ANFE

En la educación costarricense, se trata solapadamente un tema fundamental para comprender la relación de las personas y el Estado: su origen. En escuelas, colegios y aulas universitarias se evita concluir con claridad que el Estado moderno se origina en la violencia, o en lo que algunos autores llamarían concretamente “guerra” y “crimen organizado”. Reconocer ese hecho nos puede llevar a pensar que el Estado no es tan bueno ni tan deseable como nos lo han pintado siempre en las aulas y discursos. 

Algunos académicos han tratado y evidenciado ese origen violento del Estado, como Charles Tilly, Robert Higgs y Margarete Livi. Por ejemplo, el profesor Tilly explica que las dinastías en Europa nacen de grupos de personas que sometían mediante la violencia a otros, les extraía recursos y ofrecían protección a cambio.  Así, concluye el profesor, “se pasó de bandidos y piratas a reyes”, justo como opera la mafia, pero revistiendo de “legitimidad” esa extracción y esa violencia para dar paso a lo que conocemos como “impuestos” y “defensa”.

El profesor Miguel Anxo Bastos se fundamenta en estos y otros autores con conclusiones similares para establecer lo que él denomina como la “teoría predatoria del Estado”. Según su teoría, en realidad el Estado no existe como tal y se trata simplemente de un grupo de personas organizadas y jerarquizadas que extraen recursos a las personas y realizan ciertas funciones con esos recursos. Igualmente sostiene que esto tiene su origen en la violencia ejercida de unos pueblos sobre otros para dominarlos y en sus caudillos que se proclamaban reyes o califas.

Esa historia europea explica a su vez el origen del Estado costarricense, pues recordemos que Cristóbal Colón llega a América por mandato de los Reyes Católicos, que de hecho logran el trono de la Corona de Castilla gracias a la violencia física también, en la Guerra de Sucesión Castellana. Lo que pasó en América ya lo conocemos y si hubo algún intercambio voluntario fue mínimo, en comparación con los abusos de los colonizadores. De nuevo, con sangre y dominación, se fundó la Capitanía General de Guatemala, perteneciente a la Monarquía Española. 

Con la llegada de la independencia, quienes tenían el poder político en Costa Rica establecieron la Junta de Legados de los Pueblos y definieron el Pacto de Concordia, conocida como la primera constitución del país. Por supuesto, el conflicto bélico no se hizo esperar y en 1823 sucedió la primera guerra civil costarricense o Guerra de Ochomogo, entre quienes pretendían la anexión al Imperio Mexicano (que de hecho había dejado de existir para ese momento) y quienes abogaban por ser república independiente.  Vencieron estos últimos y predominaron las ideas inspiradas por la Revolución Francesa, de más respeto a los ciudadanos y basadas en la democracia.  

Gracias a la exigencia, muchas veces de manera violenta, de las personas sometidas por ese poder político, los gobernantes han dado más concesiones a los gobernados, con alternancia en el poder y mecanismos menos violentos para acceder a este. Sin embargo, siempre se mantiene la amenaza del uso de la fuerza mediante cuerpos de policía y la extracción de bienes mediante los impuestos. Mientras tanto seguimos pensando en la teoría del contrato social, contrato que no firmamos, que es abusivo y que el Estado siempre incumple.

PERIODISTA:

EMAIL:

Miércoles 07 Agosto, 2019

HORA: 12:00 AM

Enviar noticia por correo electrónico

SIGUIENTE NOTICIA

ÚLTIMA HORA