Ciudad Quesada.- Muchos jugadores pasan toda su trayectoria buscando un título de campeón, que es el máximo premio para los deportistas, pero nunca lo consiguen… en cambio hay otros que se acostumbran a coleccionar metales de monarca, es el caso de Esteban Ramírez.
El volante sumó el miércoles su noveno cetro de campeón. Se convierte en uno de los futbolistas costarricenses con más títulos ganados.
“Me siento sumamente afortunado, agradecido y bendecido con la vida, con el fútbol por esta situación”, destacó el exflorense.
Ramírez obtuvo cinco cetros con el Team, ganó tres con el Monstruo y ahora uno con los Toros del Norte.
“La situación la tengo muy presente siempre, porque el día que me retire me gustaría revisar los números y saber que la pasé bien en el fútbol porque esta es una carrera muy rápida, y la verdad que eso me pone contento.
A nivel de logros personales me deja muy satisfecho, y recordar cómo he disfrutado con mis compañeros cada uno de esos títulos me pone todavía más feliz”, subrayó el mediocampista a DIARIO EXTRA.
El jugador se declara seguidor del Herediano a muerte, de hecho no ha tenido problema siendo ficha de San Carlos para asistir al estadio Rosabal Cordero bien identificado con los colores rojo y amarillo a apoyar al Team; pero ganar un campeonato con un equipo de los no tradicionales representa un logro mayor.
Confiesa que todos los cetros tienen un mismo significado, pero hay dos que destaca con más sentimientos: el que consiguió cuando Herediano rompió racha de 19 años de sequía y el de la noche del miércoles.
“Casi no tengo preferencias en cuanto a títulos ganados porque todos tienen un nivel de importancia diferente por el momento y eso por más que la euforia en este momento que me embarga no me hará cambiarlo, pero para responder digamos que lo voy a colocar a la par de la racha que rompió Herediano de 19 años, que eso para mí puede ser incomparable el resto de mi vida”.
Entiende que alcanzar títulos se vuelve más complejo con un club de los llamados pequeños, aunque asegura que San Carlos tiene todo para ser visto a futuro como club grande.
“Este club quizá todavía no es grande, pero tiene un proyecto y objetivos como equipo grande. Cuenta con afición, patrocinadores y un poco de todo, y a como va la línea del proyecto tiene casi todos los ingredientes para que se pueda mantener en los primeros puestos como equipo grande. Que falta mucho para conseguirlo, seguramente sí, pero la línea que se maneja va por ese camino”.
Así resumió su año en la institución de los Toros del Norte: “Ha sido una bendición absoluta para mí, qué me iba a imaginar que venir al equipo campeón iba a gozar de un año casi perfecto, porque si recordamos el torneo pasado no fuimos a la final por un penal. Y a como se dio la verdad es que fue de nota 10”.
No pudo ayudar a sus compañeros en la cancha por una lesión, por lo que sufrió en las gradas. Recordó que cuando bajó de las gradas faltando tres minutos para el cierre tenía el corazón en la mano.
“Quería que esos 3 minutos se terminaran en un segundo, desde que empecé a bajar las gradas me preocupó mucho, porque estaba la posibilidad de celebrar o no. Recuerdo ese momento que solo quería que esos tres minutos pasaran en tres segundos”.
