Por octavo año consecutivo, la arquidiócesis de San José organizó una procesión con un Pasito viviente por el centro de la ciudad capital, en la cual una pareja recreó la escena de José y María saliendo de Nazareth con rumbo a Belén.
La representación irrumpió en un ajetreado casco capitalino donde se daban los últimos retoques para el Festival de la Luz, en medio de vendedores de lotería que ofrecían el gordo navideño a precio, mientras cientos de personas caminaban apresuradas a lo largo de los bulevares.
La escenificación partió de la Catedral Metropolitana y tomó rumbo por la avenida central hacia la Plaza de la Cultura, acompañada de grupo de fieles mientras los transeúntes se detenían para observar el paso de la procesión.
Al respecto, monseñor José Rafael Quirós, arzobispo de San José, insistió en que los feligreses deben aprovechar estas celebraciones para reflexionar sobre la trascendencia del nacimiento de Jesús quien vino a redimir el mundo.
“Lo que nos preparamos para celebrar es el nacimiento de Jesucristo nuestro Salvador, es decir, no el nacimiento de un líder religioso más, sino del hijo de Dios nuestro Salvador. Por ello tiene que fijarse la atención en lo espiritual pues lo material sale sobrando. Lo material ha venido a oscurecer el verdadero sentido de la Navidad. La representación nos lleva a meditar que el Señor nos está pidiendo abrir las puertas de nuestro corazón porque él quiere nacer en nosotros y abrir las puertas de las casas para que el Señor pueda nacer en cada uno de nuestros hogares”, refirió monseñor Quirós.
Además, apeló para que en estas fechas de Navidad no se registren hechos de violencia intrafamiliar, situación que no debería darse en ningún momento del año, pues va en contra de la ley de Dios.
El coro Senderos recibió al grupo y a ritmo de música navideña alegraron el ambiente.
PERIODISTA: Krissia Morris Gray
CRÉDITOS: Fotos: Francisco Herrera
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Sábado 15 Diciembre, 2018
HORA: 12:00 AM
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