El exgerente del Banco de Costa Rica (BCR) Mario Barrenechea quiso despedir previo al escándalo por el crédito del cemento chino al subgerente de Finanzas y Riesgo, Leonardo Acuña, quien, pese a ello, terminó convirtiéndose en uno de sus hombres de confianza, hasta el punto que actualmente descuentan prisión juntos.
Así lo confesó la exsupervisora de Investigaciones Jurídicas del Banco de Costa Rica María Briones, durante un juicio seguido contra la actual jefa del Departamento de Investigaciones del BCR, de apellidos Alfaro Valenciano, y un abogado apellidado Muñoz Nanne, condenado por despojar a su familia de ¢1.750 millones.
La funcionaria aseguró que, como no quiso realizar acciones que incidieran en el despido de Acuña, Barrenechea empezó una serie de persecuciones en su contra, así como en perjuicio de otros funcionarios.
“(…) había tenido reunión previa con Mario Barrenechea, y la reunión que tuve fue en enero de 2015, y él me solicitaba que había tres personas que no quería que estuvieran en el banco y que había que ver cómo se les sacaba de ahí, esas personas eran Guillermo Quesada (exsubgerente general), Leonardo Acuña (subgerente de Finanzas y Riesgo), Renan Murillo (de la Gerencia de Crédito)”, relató Briones.
La funcionaria continuó su testimonio señalando que Barrenechea le exigió formular un plan para sacar a los funcionarios citados de la entidad.
“Esas personas él no las quería en el banco, que se hiciera todo lo posible para sacarlos, yo le dije a don Mario que nosotros, como Investigaciones, hacemos investigaciones si usted lo pide, pero lo que resulte es conforme a las pruebas que obtuviéramos, que no nos inventaríamos nada para sacar a nadie”, declaró.
“Él se molestó mucho conmigo, me dijo que las personas que no hacían lo que él quería, como lo quería, entonces no estaban en su círculo”, acotó.
Briones tuvo que pedir un traslado por presiones laborales en su contra, incluso se mantiene en el Programa de Atención a Víctimas y Testigos de la Fiscalía.
La funcionaria que se encuentra como imputada, de apellidos Alfaro Valenciano, en apariencia también participó de esa persecución contra Briones y otros empleados más de la antigua oficina de Investigaciones.
Consiguió, además, que se cerrara la oficina de Jurídicos antigua y que se implantara una nueva, en la cual no había ningún criminólogo de profesión.
A Alfaro Valenciano la acusan de favorecer al imputado Muñoz Nanne para movilizar por cuentas del BCR dinero que le quitó ilegalmente a su familia para enriquecerse de forma ilícita.
