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Nacionales

“El fútbol tiene que devolverle algo a la sociedad”

Rodolfo Villalobos, presidente de Fedefútbol:

Rodolfo Villalobos en compañía de Iary Gómez (izq.), gerente general del Grupo Extra, y Paola Hernández, directora de DIARIO EXTRA (Fotos: Cristian Cartín)

Rodolfo Villalobos y el seleccionador Óscar Ramírez tienen algo en común: los dos buscan clasificar a su primer mundial mayor, Villalobos como presidente de la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol) y “Machillo” como entrenador de la Selección Mayor.

Están a un paso de conseguir tal objetivo y ambos iniciaron funciones casi de forma simultánea. Rodolfo se sentó en la silla presidencial el 20 de agosto y dos días antes Ramírez fue presentado como timonel de la Sele.

El destino, dicho sea de paso, se ha encargado de unirlos, según reveló el jerarca de la Fedefútbol en visita a DIARIO EXTRA.

Antes de revelar por qué el destino se ha empeñado en juntarlos, Villalobos contó que en los dos años de gestión lo más complicado ha sido desmarcarse de Eduardo Li, pues lo acompañó como tesorero por varios años, antes de que lo arrestaran en Suiza vinculado a la corrupción del “FIFA Gate”.

Entre sus logros señala la reforma en políticas para establecer mejores controles dentro de la Federación a fin de evitar otros casos de corrupción a lo interno.

Volviendo a la relación Villalobos-Ramírez, siendo presidente del Santos quiso ficharlo para que dirigiera este equipo en 2005, cuando era asistente de Hernán Medford en el Deportivo Saprissa, pero de la reunión que tuvieron en una pizzería no salió humo blanco.

Aun así, lo mantuvo en carpeta y quiso llevarlo a la Sele, primero cuando se confirmó la salida de Jorge Luis Pinto, pero Eduardo Li propuso otros candidatos. Finalmente eligieron a Paulo Wanchope y el Comité Ejecutivo nombró a Ramírez como asistente técnico para que meses después asumiera el banquillo.

Villalobos confesó que Ramírez ha sido su ídolo desde que derrochaba talento en las canchas de fútbol con Alajuelense y Saprissa. 

En entrevista con El Periódico de Más Venta en Costa Rica, Villalobos hizo un repaso de los dos años que cumplió al frente de la Fedefútbol.

¿Cuál ha sido su principal aporte en dos años al frente de la Fedefutbol?

-Han sido dos años muy difíciles, pero hemos contado con un Comité Ejecutivo que ha respaldado la gestión, con una Asamblea que también nos ha respaldado mucho, con un cuerpo administrativo y deportivo que se sumó a la causa y hemos logrado formar un equipo de trabajo en el que cada una de las personas que estamos en la Federación ha sumado y aportado. Lo más duro fue recuperar la credibilidad en la Federación, en el fútbol de Costa Rica, en la dirigencia y no solo en el país sino que a nivel de Concacaf, de la FIFA. Se asumió el reto de tomar las medidas, decisiones, el rumbo para que el aficionado, el periodista pudiera ver abiertamente lo que estamos haciendo. Recuperar la confianza de los patrocinadores son señales de que vamos por buen camino, haber recuperado la confianza en FIFA también; que utilice a Costa Rica como una federación ejemplar y que la Concacaf nos vea con buenos ojos son dos grandes logros y nos dice que las medidas que tomamos de forma inmediata y que se han venido implementando por dos años indican que vamos por el camino correcto para recuperar esa credibilidad. Ese era el objetivo más grande y el que mejor se ha cumplido.

¿Ahora se ve a la Federación con otros ojos, tras lo acontecido con Eduardo Li?

-Puedo decir que la Federación no había tenido tantos patrocinadores como los tiene ahorita, lo que nos dice algo.

¿Qué han implementado para contribuir con ese cambio de imagen?

-Tenemos una Comisión de Ética nombrada, una Comisión de Auditoría Interna que trabaja activamente con nosotros, hemos reformado totalmente las contrataciones de personal, hay una persona de recursos humanos que hace concursos donde la parte política dejó de meter mano en las contrataciones de personal, la parte de proveeduría trabaja con una matriz de valoración de proveedores, donde las negociaciones con patrocinadores no las hace el presidente solo ni ningún miembro del Comité Ejecutivo, normalmente van dos o tres, así que todas esas cosas han sido la parte más difícil, pero también ha sido la parte que más ha traído aporte en estos dos años.

¿Al dejar el puesto como tesorero y asumir la presidencia qué se encontró en la Federación con muchos episodios oscuros alrededor de Li?

-A la Federación como tal la conozco muy bien, toda la situación que se da en el caso de don Eduardo Li es alrededor del mundial femenino, son cuentas que se manejaron aparte, entonces para mí entrar y ver la Federación no fue algo nuevo, la conocía bien, sabía cómo trabajaba. ¿Cuál fue la parte más importante que cambiamos? El exceso de confianza, establecer procedimientos, políticas, controles para evitar cosas, no porque llegara Rodolfo Villalobos o el que fuera sino porque a la Federación había que darle una institucionalidad.

¿Se manejaba con mucho amiguismo?

-Se manejaba con mucha confianza en el seno del Comité Ejecutivo, en el seno de la Asamblea, mucha confianza en las personas, y nosotros entendimos que la Federación tenía que dar un paso importante. Por eso estamos en el proceso, a medio camino para certificar a la Federación con el ISO 9001, fuimos ya certificados por Esencial Costa Rica, trabajamos de la mano de la Universidad de Costa Rica para darle una estructura sólida, un organigrama, ya prácticamente tenemos el manual de puestos, en el que dice qué perfil debe tener cada persona. Entonces el objetivo principal fue robustecer a la institución de tal forma que no dependa de un presidente, de un Comité Ejecutivo ni de una Asamblea, sino que la Federación como tal administrativamente sea tan robusta que no importa quién llegue los controles se mantengan.

La Federación siempre ha tenido una estela de dudas que reventaron con el arresto de Eduardo Li. ¿Cómo ha sido lidiar con eso?

-La Federación es un ente privado de interés público, fue la definición que encontramos en la Universidad de Costa Rica, porque todo lo que hagamos es de interés público. La Federación tenía una estructura antes, pero por dar un ejemplo, los miembros del Comité Ejecutivo firmaban cheques, firmaban pagos, hoy eso se erradicó totalmente. El único que firma en el banco soy yo y lo que firmo es autorizando a toda la parte administrativa, que es la que maneja las cuentas. Tenía una estructura, pero repito, era una estructura de mucha confianza, en la que la gran mayoría creíamos que no estaba pasando nada malo. Con la llegada nuestra nos olvidamos de esa confianza para que la Federación por sí sola se estructure de tal forma que no importa quién llegue no pueda violentar todos esos procedimientos. Ha sido uno de los pilares más fuertes, porque cuando fuimos auditados por FIFA para liberarnos los dineros y volver a tener confianza para sacarnos de la lista negra en que estuvimos, prácticamente el 70% de las cosas que FIFA pidió que implementáramos lo hicimos casi de inmediato porque otras ya estaban en proceso.

¿Alguien prefirió abandonar el barco cuando se implementaron esas disposiciones?

-Hubo un reacomodo fuerte en la Federación. Puedo decir que en su gran mayoría el equipo administrativo de la Federación está comprometido con esto, la Asamblea ha tomado con seriedad esta disposición que tuvo el Comité Ejecutivo y las evaluaciones que hemos tenido tanto de Concacaf como FIFA nos demuestran que vamos por buen camino. Siempre hay cosas que mejorar, nunca vamos a tener una institución perfecta, pero las buenas intenciones, los documentos y las señales que hemos dado de ese cambio están claras y nos indican que el camino que escogimos es el correcto.

¿Ser visto como la mano derecha de Eduardo Li ha sido lo más complejo para usted?

-No, porque los que me conocen y estaban dentro de la Federación sabían que era uno de los miembros del Comité Ejecutivo que cuestionaba cosas, me refiero a que no hacía todo lo que Eduardo Li decía. Tengo mi carácter y mis compañeros del Comité Ejecutivo lo pueden ratificar. Había cosas en las que no estaba de acuerdo y lo decía. Otro de los que no estaban de acuerdo era Juan Carlos Román, don Jorge Hidalgo. En ese aspecto la relación de amistad, el hecho de ser el tesorero, de haber estado en el Congreso de FIFA con él, de alguna u otro forma me ligaba y algunas personas me preguntaban cómo no sabía nada, la respuesta que di ha sido clarísima: “Eduardo me conocía bien, sabía cómo soy y cómo me muevo en el mundo profesional y personal”.

¿Recibió acusaciones o reproches de gente dentro de la Federación?

-Cuando se da lo de Eduardo todo el fútbol nacional salió pringado, todos los dirigentes salieron pringados, unos, los que estábamos en el Comité Ejecutivo, más que otros, pero además esto pringó al fútbol mundial.

¿Lo señalaron a lo interno?

-No supe que algún compañero del Comité Ejecutivo me llegara a decir que yo sabía porque conocen mi forma de ser, mi forma de trabajar, mi forma de actuar. Soy ingeniero civil, tengo 24 años de trabajar y 21 años de estar con el mismo jefe, he pasado por dos empresas con esta familia y creo que eso dice mucho de una persona profesionalmente. En el último proyecto que estoy ahorita como gerente general lo desarrollamos por casi $10 millones y lo manejé completamente. El mismo Eduardo me decía que soy un enano cuadrado porque en mi forma de ser soy muy cuadrado.

Usted dice que los miembros del Comité Ejecutivo lo conocen bien, pero mucha gente afuera no. ¿Cómo limpiar esa imagen pública de gente que piensa que detrás de esos puestos no hay personas tan honestas?

-No culpo a la gente por eso. La historia del fútbol antes del 2015 estaba llena de cuestionamientos, que llegaron a ser ratificados con el evento del 27 mayo (arresto de dirigentes). No puedo pretender ser una persona que en dos años borre de la memoria todo lo acontecido para atrás de toda la corrupción que se ha dado en el fútbol a nivel mundial y pueda convencer a cuatro millones y medio de personas de algo. Los que me conocen saben cómo soy, pero hay hechos que van cambiando, estoy seguro de que la percepción de mucha gente de Rodolfo Villalobos como el tesorero del Comité Ejecutivo del 2015 al Rodolfo Villalobos, presidente de la Federación, al 2017 es positiva porque me lo han dicho en la calle.

¿Qué no le gusta de su puesto?

-Ser una figura pública es algo que no me gusta y a mi hija de 17 años le gusta menos, me lo reclama. La familia pierde la privacidad. Les he dicho a mis hijas que del 2015 al 2019 no son hijas de Rodolfo Villalobos sino del presidente de la Federación y uno tiene que entender que la figura pública no es uno, es la investidura que uno tiene y la responsabilidad que lleva. Tengo claro que cuando termine mi periodo vuelvo a ser Rodolfo Villalobos y eso trato de recordármelo todos los días.

¿Si volviera a ver a Eduardo Li qué le diría?

-No quiero tener comunicación con él. No tengo ningún contacto con él desde el 27 de mayo del 2015, cuando nos despedimos después de cenar en Suiza. No tendría nada bueno que decirle.

¿Se ve un periodo más (después de 2019) como presidente de la Fedefútbol?

-Mi panorama es claro y contundente que hasta agosto de 2019 soy el presidente de la Federación. En agosto de ese año haremos una valoración, que la tienen que hacer todas las partes, y si la Asamblea considera que debo seguir cuatro años más, si me siento con la energía con la que me gusta enfrentar los proyectos y todas las partes están de acuerdo, seguiría, pero por ahora los objetivos están claros de que tenemos la responsabilidad hasta 2019.

¿Busca llegar a la presidencia de Concacaf?

-Ahorita estoy como primer vicepresidente y me siento muy contento de los cambios que se han dado en Concacaf respecto al manejo que se está haciendo. Todos los que estamos ahí nos hemos sometido a los test de integridad, que son controles que nos han revisado desde niños a la fecha. En mi caso me lo han efectuado en dos oportunidades y uno se siente en más confianza porque todos nos sentimos filtrados, ya no hay despilfarros.

¿Apostar por la responsabilidad social es su iniciativa?

-Soy creyente de la responsabilidad social y el Comité Ejecutivo lo respalda porque creo que el fútbol tiene que devolverle algo a la sociedad de lo mucho que le ha dado. Es un compromiso personal que he querido desarrollar.


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