Olas de 3 metros que golpean la costa con una fuerza descomunal sepultaron bajo la arena a una comunidad en Caldera, Puntarenas, donde sus habitantes, pese a perderlo todo, se niegan a marcharse y más bien se mantienen vigilantes de sus casas.
Los afectados duermen en la acera cubierta de arena, a la espera de que baje la marea. Según los expertos, este fin de semana regresaría a la normalidad, sin embargo recomiendan aún no ingresar al mar debido a posibles corrientes de resaca.
Jésica Rosales aseguró a DIARIO EXTRA que permanecerán afuera de sus viviendas, luego de tomar la difícil decisión de quedarse debido a que no tienen dónde pasar las noches.
“Toda mi vida he vivido en este lugar, que no quiero abandonar por algo a lo que estamos acostumbrados. Tenemos dos días de dormir a la intemperie y esperamos que la marea no se meta más. La idea es empezar a sacar toda la arena y basura que quedó dentro de la casa, esperar que baje el nivel del mar y reconstruir”, explicó.
Rosales agregó que están preparando los alimentos afuera, por lo que piden ayuda para recuperar los electrodomésticos que perdieron y sus casas quedaron falseadas.
Algunas familias aseguraron que no existe voluntad municipal por ayudar porque el ayuntamiento frena cualquier arreglo o reparación de viviendas, por lo que temen que la idea sea desalojarlos debido a la presión que ejerce un consorcio turístico que al parecer pretende expandirse.
Mientras unos sufren por las fuertes olas, otros ganan con el arribo de turistas a la zona, que llegan a ver de cerca el comportamiento del mar.
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CRÉDITOS: Fotos: Diego Manzanares y Marvin Contreras, corresponsal
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Miércoles 16 Agosto, 2017
HORA: 12:00 AM