DIARIO EXTRA tuvo la oportunidad de conocer sobre este proyecto que se desarrolla en Piedra Mesa de Talamanca. Con grabadora y libreta en mano, acompañada de un fotógrafo, fuimos trasladados en un helicóptero del ejército de Estados Unidos. Tras media hora de viaje llegamos a este lugar recóndito, pero lleno de historia y tradiciones. Allí habitan 1.300 indígenas cabécares.
Muchos de ellos se muestran tímidos y callados de principio, pero cuando entran en confianza se tornan extrovertidos. La iniciativa ha tenido un buen recibimiento, la comunicación para dar a conocer el proyecto fue básicamente fue de personan a persona.
Al campamento médico llegaron decenas de familias, muchos caminaron de noche para llegar hasta Piedra Meza, para ello debieron vencer empinadas cuestas y atravesar caudalosos ríos.
Quisimos conocer de primera mano el relato de una habitante, para ello solicitamos la ayuda de un servidor de la CCSS de nombre Franklin, quien domina el dialecto cabécar. A través de él logramos entender el relato de María López, una mujer de 35 años que tiene tres niñas, de 5, 7, y 10 años.
“Yo vivo de aquí (Piedra Mesa) a dos horas, me vine caminando con mis hijas, vivimos con toda la familia. La mayor necesidad que tenemos es para tener alimentos”, señaló.
Sorprendentemente López no se refirió al tema del agua potable, solo insistió en que la mayor carencia son los alimentos y el acceso a la salud pública. Por ejemplo, si se llega a presentar una emergencia, solo hay un teléfono para solicitar ayuda, el mismo se encuentra ubicado en Piedra Mesa.
Las dietas de estas personas son a base de papa, plátano y lo que logren cazar. A pesar de todo, María dijo que sus tres niñas estudian y que por el momento no quiere tener más hijos.
Para conocer la realidad de un hombre de esta comunidad, nos topamos con Gilberto Morales, quien hablaba un poco más de español y me pudo contar lo que quiere para su comunidad.
“Necesitamos una escuela, porque la que hay queda muy lejos de donde vivimos. Para hacer los ranchos cuesta conseguir la madera, no tenemos sierra ni herramientas que nos sirvan para construir. También ocupamos mangueras. Tampoco tenemos comida, al menos, lo que sembramos y que cazamos, casi siempre tepescuincles”, relató.
Al consultarle si poseían tradiciones como la Navidad, Gilberto nos comentó que todos los años llegan grupos de voluntarios que les llevan algunos regalos y ropa para todos.
Los habitantes de Piedra Mesa en su mayoría practican la fe católica, un sacerdote estadounidense que domina la lengua cabécar va con frecuencia al lugar. Las misas la realizan en un rancho que habilitaron como la iglesia de la comunidad.
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CRÉDITOS: Fotos: Isaac Villalta
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Viernes 04 Noviembre, 2016
HORA: 12:00 AM
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