Quienes se encargan de administrar los cementerios saben que el tema de las brujerías no es cuento, sino toda una realidad que enfrentan rutinariamente, sin embargo incrementa en los días cercanos a las fechas de Halloween y el Día de Los Santos Difuntos.
Dos de estos trabajadores son Huber Gómez Aguilar y Oscar Solano Córdoba, ambos son parte del equipo que trabaja en el Cementerio Municipal del San Rafael de Oreamuno, Cartago.
El campo santo de esta comunidad, a pesar de ser uno de los más limpios y ordenados del país, no está exento de la presencia de objetos que dejan aquellas personas que creen en contactos con el más allá.
“Aquí hemos desenterrado frascos que contienen como pedazos de carne o hígado, con fotografías borrosas donde no se identifican a las personas y con alfileres metidos”, explica el señor Solano Córdoba.
Según menciona, esas son brujerías para hacerles el mal a las demás personas y que incluso, los frascos hay que tirarlos a la calle para que se quiebren, porque por lo general explotan.
MÁS BRUJERÍAS EN HALLOWEEN
Por su parte, Huber Gómez menciona que, para estas fechas -los días cercanos a Halloween y el día de los Santos Difuntos- es cuando aumenta la presencia de rarezas.
“Nos hemos encontrado algunas cosas, como jarras rellenas de tabaco, como hoy en la mañana (sábado) que hallamos la figura de un unicornio con una trenza y una cartera que no entendemos qué es”, apuntó el camposantero.
Hechos similares han sido reportados en diferentes cementerios del país, pero, por lo general, existe un patrón entre las supuestas “brujerías” encontradas.
¿QUÉ DICEN LAS BRUJAS?
De acuerdo con Sally Castillo, la bruja Astarté, seguidora la religión wiccana, es necesario diferenciar entre los distintos tipos de brujos que puedan existir en nuestro país.
“Están los brujos naturales, los brujos con tradiciones o tradicionales, el brujo chamán y otras personas a las que llaman “brujos” como los santeros, los paleros, curanderos, practicantes del vodoo, y un buen número de otras prácticas, así como los practicantes de la hechicería”.
Aclara que un brujo es aquella persona que conoce el arte y ciencia de manejar las energías de todo aquello que existe, sea orgánico o inorgánico, y logra hacer que esas energías actúen en beneficio propio.
“Los practicantes de brujería tradicional son aquellos identificados como brujas y brujos del pueblo, a los cuales la gente recurre para que les ayuden a salir de pobre, enamorar al que le gusta, encontrar un trabajo mejor, librarse de problemas legales, etc.”, señala Astarté.
TAMBIÉN RECOGEN OBJETOS
La wiccana menciona que en los cementerios se dejan ciertos tipos de “ofrendas” por parte de personas que pueden ser o no de brujos. En ocasiones piden a las personas interesadas que lleven X o Y trabajo o cosa específica a un cementerio y que lo dejen en una tumba con características específicas. Prácticas que no realizan los wiccanos.
“Estas pueden ser tumbas en las que se haya depositado un cuerpo recientemente, o bien tumbas que estén directamente en tierra, o que tengan una cruz (no lápida), o bien que dejen las cosas en medio del cruce de dos tumbas, etc. Todo esto tiene un propósito, que como mencioné, está marcado por la intensión del trabajo pedido”.
Sin embargo sostiene que hay que tomar en cuenta que, usualmente, a los cementerios no se van a dejar trabajos hechos, sino más bien se va a dejar ofrendas. Esto por cuanto entre más escondido quede el trabajo, es mejor y los cementerios son poco aptos para ocultar una obra así.
“A los cementerios se va también a buscar ciertos materiales para trabajos y no, no se trata solo de tierra de tumba. Son más preciados los restos humanos incluyendo restos de ropa, huesos, o madera de ataúd”.
Señaló que el uso de un cementerio lo realizan pocos brujos, sobre todo para no ser descubiertos y además porque los trabajos deben ser vigilados.
¿QUÉ DEJAN EN LOS CEMENTERIOS?
En cementerios se dejan ofrendas como licores, puros, cigarros, flores, frutas. Son ofrendas de agradecimiento por favores recibidos. Y, usualmente, no importa quién está enterrado, lo que importa es que la ofrenda quede en tierra sagrada.
“Actualmente los campos santos ya no son tierra sagrada, sino tierra de descanso de espíritus. Por eso es mejor ir a dejar ofrendas, que a esconder trabajos mágicos. No obstante, si se logra ocultar un trabajo dentro de una tumba o dentro de una cripta donde recién se coloque un cuerpo, es un buen sitio para dejar que este cumpla su cometido, debido a que estas permanecen sin ser alteradas por 5 o más años,”.
Algunos brujos de tradiciones, que utilizan sangre de víctimas en sus trabajos, también pueden optar por dejar los restos de algún animal sacrificado. “Brujo que se respeta sabe que no se deben dejar a simple vista ese tipo de restos”.
BRUJAS CON CÓDIGO
Astarté ha señalado que en general los brujos siguen un código de ética muy personal en el caso de brujos santeros, paleros, orishas, etc. Se respetan las divinidades o figuras santas con las que se trabaje y se les pide la protección.
Otros de otras tradiciones, también respetarán aquello en lo que creen, sea divino o no.
“En el caso de los paganos, como brujos tenemos leyes y normativas que respetamos, y además por supuesto mantenemos nuestra ética y moral, principios adquiridos desde el hogar.
“En mi caso, además de wiccana, soy consultora en asuntos esotéricos, espirituales y mágicos, por lo que respeto mi juramento como bruja”.
LOS 10 MANDAMIENTOS DE LAS BRUJAS
-No practicaré la adivinación ni la predicción para satisfacer el morbo de los curiosos.
-No buscaré asombrar ni jugar con la credulidad ajena, sino que responderé sólo las preguntas de quien tenga un problema y busque ayuda.
-No me preocuparé de lucirme adivinando, sino que intentaré instaurar en el consultante la actitud correcta que contribuya en la solución o disminución del problema o preocupación.
-Abogaré siempre por el libre albedrío, el autoconocimiento.
-Abogaré por la antítesis del fatalismo y de la predestinación inevitable.
-No proporcionaré a nadie un método, sistema o consejo para perjudicar a otra persona o aprovecharse injustamente de los demás.
-Jamás me pronunciaré en detrimento de un colega.
-Nunca dejaré de esforzarme para aumentar mis conocimientos.
-No pararé en el esfuerzo de enseñar a quien considere merecedor/a de seguir mis pasos.
-No cesaré jamás de dirigir mis energías hacia la mejor comprensión humana y de las relaciones interpersonales, en servicio de la sociedad y de la humanidad.
