En el auditorio de Ingeniería en Sistemas de la Ciudad de la Investigación de la Universidad de Costa Rica (UCR) se expuso un plan de contingencia ante amenaza de tsunami en las playas de Tamarindo y Langosta, en la provincia de Guanacaste.
En esta presentación, iniciativa de Preventec de la UCR, participaron el doctor Mario Fernández y la geógrafa Geissel Gutiérrez, quienes explicaron que la comunidad no está preparada, mientras que los grandes empresarios y hoteles no tienen un plan de emergencia a gran capacidad para sus visitantes.
“Hablar de tsunamis en Tamarindo o Langosta puede sonar contradictorio, ya que los propietarios de grandes propiedades turísticas pensarán que sus intereses económicos se verán afectados por la alerta de este fenómeno natural. Pero existe un Comité Comunal Costero que apoya esta investigación, ya que se considera que vale más una comunidad preparada a que los turistas estén ciegos ante una emergencia”, manifestó.
Es importante señalar que este plan va dirigido específicamente a estas playas por los ingresos en turismo que generan a la Municipalidad de Santa Cruz. La intención es instalarlo en estas playas y después llevarlo a comunidades más rurales, que son de más fácil abordaje.
PROPUESTAS
Este plan de contingencia propone instalar alarmas en distintos puntos de los 3 kilómetros que separan Playa Tamarindo de Playa Langosta. No obstante, Gutiérrez reiteró que el uso de alarmas debe tener un uso correcto, ya que si suena cuando no hay emergencia pierde credibilidad en la comunidad.
Otra de las propuestas es instalar rótulos de alerta de tsunami en todos los sectores de estas playas, tal como los que indican corrientes fuertes. Para los investigadores esto genera concientización en los turistas y no disminución de los turistas. Pusieron de ejemplo las islas de Hawái que, a pesar de sus fenómenos naturales, no dejan de tener visitantes.
Este plan también pide que se indiquen e iluminen las rutas alternas que se puedan utilizar ante esta alerta, además que señalicen los puntos más altos donde pueden acudir las personas para resguardarse.
Cabe destacar que para la Municipalidad de Santa Cruz estas propuestas son bien recibidas, aunque para la instalación de sirenas y colocación de rótulos se debe solicitar un presupuesto extraordinario.
INVESTIGACIÓN
Tras el terremoto de 7,6 grados Richter ocurrido en Nicoya el 5 de setiembre de 2012, el Centro de Alertas de Tsunamis del Pacífico emitió una alerta de un posible evento de esta magnitud en las costas de la provincia de Guanacaste.
Los datos de esta investigación se basaron en encuestas realizadas a las poblaciones de estas concurridas playas, donde muchos coincidieron es que sí conocen sobre este fenómeno, pero no saben cómo actuar para salvaguardar sus vidas.
CONCLUSIONES
En resumen, los investigadores coincidieron en que ante un fuerte movimiento telúrico es muy probable que un tsunami llegue a las playas de Costa Rica.
Se necesitan plazos cortos para que el plan de contingencia llegue a otras poblaciones costeras, que los colegios realicen simulacros y que los comités de emergencia tomen estos planes para ponerlos en práctica en las comunidades.
Finalmente, destacaron que un plan de contingencia no sustituye el sentido común, la intención es prevenir pero que eso no supere el instinto ante una alerta de tsunami.
PERIODISTA:
CRÉDITOS: Fotos: Herbert Arley
EMAIL:
Sábado 29 Octubre, 2016
HORA: 12:00 AM
SIGUIENTE NOTICIA