El cierre de los ámbitos A, B y C de la principal cárcel del país, La Reforma, pone a las autoridades penitenciarias a buscar una solución inmediata, luego de que una empresa privada que hacía un centro penal abandonara las obras.
Según el informe de la Dirección General de Adaptación Social, los espacios constructivos que se pueden generar son a mediano plazo y los únicos que se encontraban en construcción quedaron inconclusos.
Ante esto los privados de libertad seguirán durmiendo apilados, unos encima de otros. En este momento no existe espacio físico, se agotó, por lo que las autoridades deben tomar acciones más efectivas para resolver el fenómeno del hacinamiento.
DIARIO EXTRA tiene copia de la medida correctiva que se tramita bajo el expediente 14-001963-0549-PE 2741-OI-14-B, donde se le ordena a la Ministra de Justicia y demás jerarcas: “Se prohíbe de manera indefinida el ingreso de más privados de libertad, independientemente de su condición jurídica, salvo por intercambio de reos por necesidad institucional.
Se advierte a la autoridad penitenciaria que en caso de que la policía judicial le remita a ese centro población penal, ubicara los mismos en otros centros del programa institucional, en virtud de que el grado de hacinamiento en la cárcel La Reforma es inhumano”.
Mariano Barrantes, director interino de La Reforma, confirmó la medida correctiva que emitió un juez.
“Efectivamente recibimos la notificación, la idea es tratar de equilibrar el ingreso con el egreso. El juez emite por un intercambio dando un concepto de proporcionalidad.
Es un problema de todo el sistema penitenciario, alrededor de 650 reos ingresan por mes, mientras que salen unos 350. Serán los equipos técnicos quienes decidan quién sale de prisión”, explicó.
