Miércoles 01, Mayo 2024

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° San José, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Alajuela, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Cartago, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Heredia, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Limón, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Guanacaste, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Puntarenas, CR

Opinión

Las dictaduras

Fernando Berrocal

Todas las dictaduras son malas, detestables y miserables, pero hay dictaduras de dictaduras. Hay dictaduras totalitarias como la cubana y dictaduras autoritarias, como fue la chilena de Pinochet o la de Maduro en Venezuela.

 

En las dictaduras autoritarias, como la de Venezuela, bajo una nebulosa y una sombra de “democracia formal e institucional”, se esconde el peor sistema de persecución posible: el que se realiza autoritariamente y sin garantías, por la vía del Poder Judicial, al servicio del poder incontrastable del Estado.

 

En Cuba las reglas del juego están claras y existe una legalidad revolucionaria (marxista y totalitaria) que se cumple y unos Tribunales de Justicia que funcionan dentro de esa legalidad totalitaria. “Dentro de la revolución todo; fuera de la revolución nada”, es la famosa frase de Fidel Castro.

 

La confesión en la prensa internacional del fiscal a cargo del caso del Leopoldo López es la radiografía a últimas consecuencias de las entrañas de un régimen entre comunista y fascista, que es de lo que se trata el “socialismo del siglo XXI” y la Revolución Bolivariana.

 

Todo se planeó y organizó cínica y premeditadamente, con alevosía criminal, desde el más alto nivel del poder político, en la cúpula del liderazgo chavista. Los fiscales y los jueces fueron, simplemente, instrumentos de una brutal persecución para meter 14 años a la cárcel a Leopoldo López y quebrar a la oposición democrática, antes de las próximas elecciones del 6 de diciembre. 

 

“Lo condenamos sin pruebas y con testigos falsos”, ha dicho arrepentido y avergonzado el fiscal. Un desvergonzado y cínico acto de poder autoritario.

 

Venezuela es un caso único: todavía queda algún medio de prensa libre y aunque expropian y persiguen sin asco a quien no está con el régimen, se mantiene el derecho a la propiedad, hay iniciativa privada y la vida sigue en los restaurantes de Caracas. Los amigos y allegados del poder hacen grandes fortunas amparados a un sistema institucionalizado de corrupción y, por el sistema preferencial del tipo de cambio, logran divisas y las revenden o financian importaciones para millonarios contratos con el Estado que, por esa vía, trata de palear el desabastecimiento de comida y bienes esenciales.

 

El petróleo, hasta ahora, ha pagado todo, hasta el endeudamiento impagable con China y Rusia. Dineros por sumas multimillonarias que, igualmente, se llevó el viento, la corrupción y la demagogia de la Revolución Bolivariana.

 

Y para colmo… en vísperas de las elecciones, Maduro declara que “la Revolución no se entregará jamás”, aunque el 80% del pueblo quiere un cambio, acabar con el autoritarismo y el control cubano, y volver a vivir en un sistema libre y democrático, con división de poderes y Estado de Derecho.

 

Tampoco se ha entregado jamás la Revolución Cubana y así andan en tablones los cubanos por mar o a pie, con hijos, con hambre, huyendo de la isla, atravesando fronteras como la de Costa Rica, dejando constancia con su testimonio heroico del fracaso absoluto de las dictaduras en América Latina.

 

¿Cómo es que todavía hay quienes defienden en nuestro país o “visitan oficialmente” esas dictaduras y no se les cae la cara de pena y vergüenza?

PERIODISTA:

EMAIL:

Jueves 26 Noviembre, 2015

HORA: 12:00 AM

Enviar noticia por correo electrónico

SIGUIENTE NOTICIA

ÚLTIMA HORA