En una entrevista que resultó más que coloquial y amena, el presidente del afamado Club Unión de San José, don Francisco Aguilar, dedicó unos minutos al Periódico de Más venta en Costa Rica para plasmar los proyectos venideros en los que el prestigioso sitio estará invirtiendo para beneficio del país y en especial para la capital.
¿Cuáles son esos proyectos para este año?
- Uno es un proyecto de voluntariado con los egresados universitarios, para que hagan un fondo de investigación y desarrollo, es una forma de crear riqueza en un país, donde lo más grande que tiene el ser humano es la inteligencia. Lo vemos con Singapur, país de 700 kilómetros cuadrados, 5 millones de habitantes y con un ingreso per cápita muy superior al de Estados Unidos o cualquier otro. Los egresados contribuirán monetariamente y si alguno lo desea hacer ad honorem bienvenido, pero la idea será escoger un campo productivo que lo hará un grupo de científicos y otro para la parte financiera, que terminarán uniéndose.
El otro es más ambicioso: el país tiene una serie de condiciones importantísimas y donde Dios nos acompaña, somos un lugar de paz, que promueve el desarme, que tenemos esferas, internacionalmente nos vemos con poder y con esto vinieron instituciones como la Earth, la Universidad para la Paz, el Instituto Interamericano para las Ciencias Agrícolas, el Incae, universidades alemanas en San Carlos y Guanacaste, pues muchos de estos jóvenes estudiantes han venido acá, se casaron y todos estos son solo embajadores ticos.
De ahí que la idea es establecer una universidad extranjera de alto calibre y buscar la cabida en nuestros cantones, para que la llegada de esos muchachos implique una divisa de unos $2 mil y su matrícula, libros hospedajes, comida y diversiones se queden acá. En síntesis es atraer para la creación de un centro de atracción y desarrollo mundial.
¿Ha tenido acercamientos con universidades?
- Participamos universidades estatales y llegaron la de Alajuela y la de Costa Rica. En el primer proyecto valoramos que la Universidad de Costa Rica cuenta con todos los requerimientos, pero con cuidado para no politizar y luego como hay tantas entidades en todos los campos, pero no existe una forma de aglutinarlos. De ahí que con un centro se becan muchachos de escuelas marginadas y traer muchachos que colaboren ad honorem buscando un proyecto país sin política ni más, y que nos ayuden los partidos políticos, cámaras, que los sindicatos no peleen y se unan.
Al final lo que se busca es que personajes como Óscar Arias, Franklin Chang Díaz promuevan acá la llegada de una Georgia Town, una Complutense y donde estos muchachos van a pagar menos cantidad de dinero estudiando aquí, pero no con nuestros programas sino con los de estas universidades, pero dejando acá lo más preciado de ellos, que es su conocimiento y salen graduados como si lo hicieran en los lugares donde está la sede central de estas universidades.
¿Qué otros proyectos hay?
- Hay otros que aunque chiquitillos son significativos, por ejemplo en valores y tradiciones que tanto se han perdido, el agua dulce se ha perdido y era un energizante, iban con sus gallitos los campesinos y llevaban la bebida, ahora queremos revivirlo pero no de la manera tradicional. Un día hicimos una degustación en el Club con la Expohistoria, era agua dulce con sabores a frutas y después unos coctelitos como margaritas, que es agua dulce, con jugo de fruta natural y guaro Cacique.
Otro proyecto involucra el rescate de la música nacional, llegaba uno donde una orquesta o conjunto que estaba tocando y le pedía “Recordando a mi puerto” y le decían “no está en el repertorio”. “Una más reciente de Ray Tico”, “es imposible”... “Bueno, entonces algo más reciente, soy tico, de Carlos Guzmán”, “no está en el repertorio”. En el repertorio están todas las salsas, todas las cumbias pero nada nacional. Entonces ahora cada orquesta o conjunto que llega a tocar al Club debe presentar como mínimo un 10% de música nacional y eso ojalá hasta se pudiera meter como proyecto nacional, con algún diputado, para todos los salones de fiesta.
¿Y con la comida?
- Hemos perdido la cultura de la comida tica, con la transculturización, las comidas rápidas, por lo que es bonito, pero no hay que perder la identidad. Con la entrada de la harina se perdió el maíz y toda una cultura culinaria: su servidor, por ejemplo, se sentaba con la abuela a comer chorreadas, tortillas.
Por lo que no habíamos pensado en promover las clases de cocina, pero lo haremos; hay una señora que ha escrito cinco libritos de cocina y promoveremos este tipo de comida.
¿Acercarán el Club a la gente?
- Hay mucha disparidad de ideas, el Club todavía se cree de algunos amigos y la idea es que se haga con el consenso de todos los socios. Imagínese lo que sería restringir el Teatro Nacional; como el Club es de los socios hay que tramitarlo todo con ellos. Hemos pensado en un museo en el lobby, que los turistas vengan y nos visiten y se tomen un café.
¿Qué pretenden hacer?
- Rejuvenecer el Club, aunque no es campestre, ni deportivo, sí hay empresarios y ofrecerle cultura y buena amistad, donde hay tablero, ajedrez, billar. Pero lo interesante es la amistad con esas gentes distinguidas.
¿Se envejeció el club?
- Como casi todas las instituciones, la idea es renovar, sangre joven, nuevas ideas.
¿Perdió el atractivo?
- No, perdió la vitalidad, y es porque muchas de las actividades se dan cuando muchos de estos socios deben desplazarse lejos, pero cuando tenemos buenos expositores estos llegan sin pensarlo. Ustedes los medios nos ayudan bastante pues tenemos tres programas de televisión, dos radiales uno en el café afuera y otro en el interno.
¿Cuántos socios conforman el club?
Son 2 mil socios, son 700 activos que pagan una cuota de ¢85 mil mensuales y los inactivos ¢17 mil. De estos todos son accionistas, pero el activo asiste a los eventos del club. Pero el inactivo al ser accionista debe sufragar los gastos de mantenimiento con la cuota de ¢17 mil y en cualquier momento podría activarse.
¿Si el socio activo fallece que pasa con la acción?
- El socio puede traspasar la acción.
¿Qué tiene el Club Unión?
- Son tres pisos, un restaurante, un cafecito que abrió al público en el bulevar fuera del Club. Esto fue un éxito porque con solo 700 socios activos y que no llegan todos los días al café no se hubiese sostenido, por eso es abierto; incluso hay un programa a cuerpos diplomáticos, altos ejecutivos bancarios, reciben una tarjeta de cortesía para que vayan a tomar café. Eso nos motivó como proyecto futuro abrir el comedor principal, pero hay que preguntarles a más socios.
Está también remozar la cocina, un bar con música bailable todos los viernes. La Cava es un lugar de vinos, de música flamenca, con catas de vino, se hacen tertulias, sin prensa o radio y se invitan a dos personajes políticos fundamentalmente, llevamos 12 de estas y en la última estuvieron Eduardo Ulibarri y el canciller Manuel González. Un almuerzo empresarial con las cámaras cada mes, además un campeonato de bola negra interclubes, sesiones cada mes de las mujeres profesionales. Hay grupos de damas que denominan por números, con conferencias, tertulias, conciertos.
¿Cómo hace alguien para solicitar ingreso al Club?
- Hay un comité que se encarga de valorar las solicitudes, incluso se hace un convenio con el expositor y se da un 10% de las entradas o el Club escoge una de las obras. De hecho, la exposiciones están abiertas al público en general.
¿Para cerrar qué es lo más invaluable del lugar?
La amistad y una obra que cubre toda la pared del ala este en el comedor principal de Rafa Fernández, que se llama Patria y hay réplicas con firmas de él en pequeño y que cuestan $1.300.
PERIODISTA: Alexander Méndez
CRÉDITOS: Fotos: Mauricio Aguilar
EMAIL: [email protected]
Jueves 09 Abril, 2015
HORA: 12:00 AM
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