Se desvanece aeropuerto internacional del Sur

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Hace aproximadamente cuatro años, la Presidenta Chinchilla firmó la declaratoria de interés público del Aeropuerto Internacional de la Región Brunca, mismo que se ubicaría en la zona de Sierpe. Después de numerosos estudios realizados por la Dirección General de Aviación Civil y la prestigiosa empresa española INECO, que acciona en conjunto con la empresa nacional Inforest Consultores Ambientales e INAECO, concluyeron la viabilidad del proyecto. Asimismo se determinó el sitio más indicado para el desarrollo de la obra y se estableció los objetivos que debía alcanzar el aeródromo.

En términos específicos la obra se planteo como un aeropuerto verde, con una construcción bioclimática, que permite aprovechar las corrientes de aire y la luz natural al máximo, así como compensar y mitigar las externalidades que la operación misma produce. Desde un inicio se pensó en dos líneas fundamentales, la protección del medio ambiente y el desarrollo de la zona, vistos desde la una perspectiva social y económica.

El pacifico sur costarricense está dotado de muchas virtudes naturales, sin embargo, social y económicamente es una de las regiones más afectadas del territorio nacional, por lo que el Aeropuerto Internacional de la Región Brunca constituiría un motor económico, con capacidad de generación de empleo y diversificación de las fuentes de ingresos para sus habitantes. Igualmente, una importante puerta de entrada a la zona biológicamente más intensa del mundo, que alberga el 4% de la biodiversidad del planeta y hacen reconocida la zona, para permitir el vínculo de la economía con el ambiente y el aspecto social.

Es importante reiterar que conceptualmente el proyecto se enfatizó en el tema de la protección al medio ambiente. ¿Cuál sería el tipo de aeródromo más indicado para la zona?, ¿cuál causaría el menor impacto? Jamás creyendo en un aeródromo de transporte masivo de turistas, sino orientado al turismo sostenible, distinto al concepto del Aeropuerto Internacional Daniel Oduber en Guanacaste y al Polo Turístico Papagayo.

CONDICIONES. El sitio escogido por sus excelentes condiciones técnico-aeronáuticas fue Sierpe, cerca del humedal del Térraba, principal motivo por el que se insistió en un diseño que se adapte y que en su operación mitigue los impactos medio ambientales, sentando un precedente de infraestructura turística sustentable, en una zona que en el pasado sufrió un importante abandono, que en la actualidad lo somete a una escasa supervisión. Existen en las inmediaciones del humedal plantaciones de arroz, porquerizas, camaroneras, plantaciones de plátano y banano, palma africana e incluso cazadores inescrupulosos, por lo que Aviación Civil, conociendo estas condiciones, presupuestaría recursos para apadrinar la protección, en coordinación con organizaciones que trabajan activamente en la conservación y la protección del medio ambiente en la zona.

Un punto importante, como tantos otros de los estudios de impacto ambiental, fue el tema aviario, mismo que tardó un año en su análisis sobre las diferentes especies de aves que habitan la zona y sus migraciones. Lo que me lleva a mencionar que en octubre del 2014 se llevó a cabo en la Ciudad de México la Conferencia de Prevención del Peligro Aviario y Fauna, conocida como CAR/SAMPAF, bajo el auspicio de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), en donde se impartió una conferencia que expuso el caso de Costa Rica en materia de planificación y prevención, en los estudios realizados para el aeropuerto de la Zona Sur, poniéndonos como ejemplo a seguir.

Hoy debo advertir que pareciera que las circunstancias han cambiado, el proyecto se desvanece sin explicaciones después de concluirse los estudios de impacto ambiental y otros, con altos costos en dinero de los costarricenses. Estudios que se enviaron a SETENA desde hace meses para su aprobación y nadie sabe quién les da seguimiento. Asimismo la Dirección General de Aviación Civil contempló en su presupuesto el dinero para la compra de dos fincas, una propiedad del INFOCOOP y otra del INDER, cuya Junta Directiva aprobó la venta en un precio simbólico. Ambas constituyen una área total de aproximadamente 500 hectáreas, espacio suficiente para construir el proyecto.

Aunado a esto, el INDER avanzaba en los estudios y calificación de las personas que por años invadieron estos terrenos, con el fin de reubicarlas en otras fincas, mismas que estaban siendo adquiridas por parte de la mencionada Institución.

En síntesis, el dinero, tiempo, sueños e ilusiones de muchos se esfuman sin ninguna explicación. Con sentimiento y pesar debo reconocer que tampoco se ha dado una acción monolítica, sistemática y contundente de las fuerzas vivas de las comunidades de la Región Brunca, de las Municipalidades, ni de los empresarios, para apoyar y sacar adelante un proyecto que podría significar un cambio positivo y radical en la economía y el desarrollo, y que permita revertir los actuales índices de desempleo, pobreza y violencia que azotan la zona sur del país.

*Exviceministro de Transporte Aéreo (Mopt).

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Martes 24 Marzo, 2015

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Luis Carlos Araya Monge*