Viernes 26, Abril 2024

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° San José, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Alajuela, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Cartago, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Heredia, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Limón, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Guanacaste, CR

  • Pronóstico del tiempo

    ° / ° Puntarenas, CR

Sucesos

Agentes iban a sobornar soldador por su silencio

El testigo Eduardo Méndez dijo que ese día le quedó marcada la suela del zapato que le pusieron en la cara cuando lo detuvieron. Atento estuvo el juez José Pablo Alvarado

En el juicio que se sigue contra los agentes Quesada, Luna, Valerio y Acosta, de la sección de Homicidios del OIJ, el soldador Eduardo Méndez denunció que tras ser vapuleado por agentes de dicha oficina le ofrecieron negociar dentro del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de San José, después de ser golpeado cerca del Parque de la Paz.

 

“Se acerca el oficial que manejaba la motocicleta y a la izquierda hay un cubículo. Me meten en ese cuarto, me 'orillan' en una esquina y me rodean como 7 individuos. Me dice: 'Ya hablé con mi jefe y le vamos a ofrecer un trato'”. Recuerda que preguntó qué tipo de trato era, pero le decían “¿lo acepta o no?”. 

 

Continuó diciendo que le propusieron “lo llevamos a que le curen la heridas y a su casa, pero usted no se puede acercar a poner denuncia, pues si lo vemos lo involucramos en asuntos de drogas”.

 

Méndez agregó que aceptó el trato “para ver de qué se trataba y para que me soltaran por el miedo que tenía”. Creyó que era un bajonazo ese operativo donde buscaban a Owen Steven, sospechoso de matar al oficial de cárceles Fernando Calvo.

 

Detalló la golpiza que recibió de esta manera: “Me abren la puerta y me patean al costado derecho de las costillas, me tiran al piso y me esposan. Me dicen que dónde estaba el arma, que eso pasa por meterme con el papá de los pollitos.

 

Me empiezan a golpear con una pistola repetidas veces hasta que en un momento me abren la ceja derecha. Estaba con miedo de ver que uno no tenía vela en el entierro pero estaba velando al muerto, como dicen”.

 

 

TESTIGO SE PUSO A LLORAR 

 

 

En un momento se le cuestionó si estaba nervioso, dijo que sí y de inmediato se puso a llorar. “Es que me siento nervioso porque desde que pasó eso tuve que asistir a ayuda psicológica. Me da miedo andar en San José y toparme con los oficiales. 

 

Cada vez me pongo a temblar, seguro por el miedo de que me iban a incriminar con algo. Tenía miedo de que cada vez que me llegaran a buscar saliera algo que no fuera”, explicó con voz entrecortada.

 

Recordó además lo que sintió al llegar a su casa. “En mi cuarto sentía una impotencia muy grande, me preguntaba qué hice mal y me puse a llorar como un chiquito al ver lo que me hicieron”, narró. 

 

Asegura que su vida cambió, “me da miedo toparme con un oficial de la Fuerza Pública, me costó conciliar el sueño, perdí el trabajo y empecé a tener ayuda psicológica”. 

 

Al consultarle por qué fue llevado a las oficinas del OIJ respondió: “No sabían qué hacer conmigo después de la apaleada que me dieron. Llegaron a pensar 'metimos las patas, ¿ahora qué hacemos? Llevémoslo a ver qué podemos inventar y ver qué hacer para que no diga nada'”.

 

Al día siguiente de la supuesta agresión fue al OIJ a poner la denuncia junto a su hermana Patricia, quien actualmente trabaja como secretaria en la Oficina de Investigaciones Criminales. La sorpresa fue que al ir donde el jefe de ella se topó al acusado Quesada.

 

“Cuando Quesada me vuelve a ver los ojos se le abrieron como de sorpresa, mi hermana le hizo el comentario que ese abuso no podía pasar y le dijeron a mi hermana que había que ver si era a causa de algo o como dicen metida de patas”, indicó.

 

También comentó: “Cuando volvía la cabeza a un lado me la golpeaban y cuando la volvía al otro lado me la majaban. Decían que ellos no son nada suaves, que ellos son los duros del OIJ”.

 

Ayer también declaró Patricia Méndez, hermana de Eduardo, a quien igual se le quebró la voz y dijo sentirse intimidada por ser funcionaria judicial.

 

“Indirectamente me siento intimidada, me da sensación de temor porque vayan a pensar que por ser mi hermano no fuera leal a la institución o que vaya a haber fuga de información”, manifestó.

PERIODISTA: Alejandro Fonseca

CRÉDITOS: Foto: Carlos Barquero, corresponsal

EMAIL: [email protected]

Miércoles 29 Octubre, 2014

HORA: 12:00 AM

Enviar noticia por correo electrónico

SIGUIENTE NOTICIA