Unas 170 personas fueron desalojadas de manera pacífica por 98 oficiales de la Fuerza Pública luego de invadir un terreno perteneciente a la Municipalidad de Goicoechea.
La acción tuvo lugar ayer en la mañana en la urbanización Altamira, en Purral, donde a los afectados no les quedó más que agarrar martillos y desarmar los 45 ranchos que construyeron el 16 de junio.
Según las autoridades ,algunas de estas personas tienen viviendas de bien social y fue notorio que tras el desarme fueron llevando las láminas de zinc y madera vieja hasta sus hogares, que están a varios metros de distancia.
La población de precaristas en esta zona es una mezcla de nacionalidades, donde prevalecen los nicaragüenses, mujeres solteras y una cantidad considerable de hijos que claman por un techo digno.
Al ser una invasión que lleva dos semanas el proceso no necesita una resolución judicial para desalojar, por eso de forma voluntaria accedieron a salir ante la mirada atenta de un contingente policial que llegó para que todo trascurriera con normalidad.
Un grupo de mujeres afectadas aseguró a DIARIO EXTRA que lo único que desean es tener una vivienda donde pasar la noche, pues sus hijos son los que sufren.
“No vamos a buscar conflicto, solo queremos que nos reubiquen para poder estar con la familia, no tenemos adónde ir, somos costarricenses, esperamos el apoyo del gobierno.
No le hacemos daño a nadie, nuestros hijos merecen estar bajo un techo ahora que llueve, no sabemos qué vamos a hacer ahora”, indicaron.
Personal de otras entidades llegó al sitio del desalojo para realizar un censo y determinar el número de personas que vivían en cada rancho y ver las posibilidades de ayudarles.
