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Opinión

Conciliación en carretera San José-San Ramón

He leído con gran interés el editorial publicado en la edición del pasado 4 de diciembre sobre la conciliación que permitiría rescindir por mutuo acuerdo el contrato de concesión de la carretera entre San José y San Ramón. Al respecto quisiera hacer algunas aclaraciones y comentarios que creo permitirán situar en una perspectiva correcta el acuerdo alcanzado con la empresa concesionaria.


Lo que se está pagando a la empresa no es una indemnización. Es el reintegro de montos invertidos relacionados con la concesión. Aun cuando la carretera no se construyera, se incurrió en gastos que deben ser compensados.


Esto es igual a contratar una persona para pintar nuestra casa, que compre escalera, pintura, brochas, aguarrás y lija, y después de eso le digamos que ya no queremos seguir adelante con el trabajo. Como mínimo, debería reconocerle los gastos en los cuales incurrió para cumplir con el contrato; es decir, pagarle la escalera, las brochas, la pintura y todo lo comprado para la obra. Eso sí, reembolsar esos gastos significaría dejarnos esos materiales, para ser utilizados por el pintor que definitivamente contratemos.


En este caso, el reintegro de los gastos a la concesionaria le deja al país los planos de la carretera, una serie de estudios ambientales, económicos, de volumen de tránsito y otros. También, la posesión de terrenos comprados con recursos puestos por la concesionaria. Por tanto, no se trata de un pago a cambio de nada, sino que se obtienen insumos, los cuales serán de mucha utilidad para el país.


La concesionaria rebajó su pretensiones iniciales en $11 millones y se comprometió a no hacer ningún reclamo de lucro cesante o indemnización contra el país en el futuro.


Por último, no es posible pensar que la rescisión de un contrato perfectamente válido, que ha sido refrendado en dos ocasiones por la Contraloría General de la República, no vaya a tener alguna consecuencia para Costa Rica.


Al igual que en el caso del pintor lo apropiado al romper el contrato es, por lo menos, reconocer los gastos incurridos. Precisamente, lo estamos haciendo en este acuerdo de conciliación. Este de paso nos permitirá liberar la carretera de las obligaciones legales, las cuales en este momento impiden la construcción de la nueva carretera a la que todos aspiramos.

 

* Ministro de Planificación Nacional y Política Económica

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Sábado 21 Diciembre, 2013

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Por: Roberto J. Gallardo

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