Frivolidad de la política
Es generalizado el desprestigio y desinterés en la política y políticos. En absoluto debe obviarse el apoliticismo existente o la usual referencia y comprensión de la política como “mala palabra”.
Ese es parte del llamado de atención que formula Vargas Llosa en su ensayo “La civilización del espectáculo”, en particular cuando afirma que “…al compás de la cultura imperante, la política ha ido reemplazando cada vez más las ideas y los ideales, el debate intelectual y los programas, por la mera publicidad y las apariencias.”
En comprensión de esas realidades, recuperar la política como quehacer cívico y actividad prestigiosa es parte de la respuesta a esa frivolidad y banalización de la política que denuncia Vargas Llosa. Ahora bien, importa tener claro que política y democracia no son únicamente las electorales.
Vivir la democracia cada día pasa precisamente por entender que se hace democracia cuando se convive pacíficamente, se protege el ambiente, se dialoga, se es protagonista, se trabaja y se ama al país. Todo esto, en todo actuar cotidiano, no solo al momento de una elección. La tolerancia, la solidaridad y la responsabilidad, como valores democráticos, aplican tanto en la casa como en el trabajo. El diálogo y la participación, como prácticas democráticas, deben serlo todos los días, no solo cuando se amanezca de buen humor o cuando estemos ante elecciones.
Ese vivir la democracia es justamente lo que está detrás de la celebración del Día de la Democracia Costarricense, simbólicamente fijado para todo 7 de noviembre, pero que importa recordar todos los días del año. El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) y su Instituto de Formación y Estudios en Democracia (IFED) se apuntan a ese vivir diario de la democracia e invitan a todos los costarricenses a hacerlo por igual.
*Secretario Académico, IFED-TSE
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Miércoles 27 Noviembre, 2013
HORA: 12:00 AM
CRÉDITOS: Por: Luis Diego Brenes Villalobos