En la última década, un novedoso y menos invasivo tratamiento contra el cáncer apareció en el radar de los científicos estadounidenses y europeos, como la clave para curar este padecimiento.
La inmunoterapia, que empezó a asomarse por el 2016, hizo a dos de sus pioneros, James P. Allison y Tasuku Honjo, ganar el Premio Nobel de la Medicina, dos años después.
Esta técnica consiste en ayudar, desde el sistema inmunológico, a combatir la enfermedad, logrando una eficacia superior al 50% en el caso de los adultos y de hasta un 90% en cánceres como la leucemia infantil.
En el país, desde 2019 se llegó a comentar la posibilidad de que la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) aplicara esta terapia dentro de sus posibles tratamientos y, aunque un año después, Román Macaya, el entonces presidente ejecutivo de la institución, habló a viva voz de sus beneficios y cómo el traerlo al país significaría salvarle la vida a cientos de personas.
Según el planteamiento que hacía Macaya, se podría explotar en el Hospital Nacional de Niños (HNN), debido a sus buenos resultados en menores.
INMUNOTERAPIA EN EL PAÍS
Fue hasta 2022 que la Caja reportó que este tratamiento entraría en fase de exploración, pero lo cierto es que pacientes de todas las edades pueden acceder a este, no sin antes recibir una aprobación del Comité Central de Farmacoterapia de la CCSS. En caso de que sea negativo, se suele recurrir a recursos de amparo ante la Sala Constitucional.
Según los registros de dicha instancia, en los últimos cuatro años se han resuelto a favor de los pacientes más de cien recursos relacionados al acceso de la inmunoterapia.
El más reciente se tramitó bajo el expediente 23-028861-0007-CO, donde a un hombre de 69 años, con varios tumores cerca de su hígado y aunque el médico oncólogo que lo trataba vio que era factible, el Comité le rechazó la solicitud.
La sentencia indica que dicho ente le negó el tratamiento, debido a que no cumplía con los criterios técnicos bajo los cuales deciden quien puede aplicar y quien no, siendo entre ellos, el hecho de que hayan recibido un tratamiento con anterioridad.
“Su médico tratante solicitó el medicamento Durvalumab para que el paciente tenga más oportunidad de vida, además, porque reúne los requerimientos que le daría mejores resultados. Reclama que, no obstante, lo expuesto por el Comité Central de Farmacoterapia de la CCSS, mediante el oficio No. GM-CCF-6383- 2023, en sesión del 09 de noviembre de 2023 se separó del criterio médico y no avaló el medicamento. Acusa que tal decisión no considera que el tratamiento se encuentra aprobado por la FDA y es necesario para el paciente, que lo ocupa de forma inmediata para detener el avance de la enfermedad”, señala el recurso.
¿POR QUÉ NO TODOS PUEDEN ACCEDER?
DIARIO EXTRA conversó con Ana Gloria Romero, vicepresidenta de la Asociación Nacional Segunda Oportunidad de Vida (Anasovi), quien explicó (además de las bondades que trae la inmunoterapia) por qué no es tan fácil que un paciente pueda acceder a este tratamiento a través de la seguridad social.
“No es que la Caja no aplica o no, el problema es que son medicamentos caros y hay que tener también, en un momento, la evidencia científica, cuando la tienen hay que negociar también con la farmacéutica para demostrar que el medicamento es efectivo y que el paciente va a tener una excelente calidad de vida.
Entonces ahí es donde hay que sentarse en una mesa de trabajo y empezar a negociar con los precios, que son elevados, para que la Caja no lo tenga en su cuadro básico. Para el sistema de salud muchas veces no es sostenible”, explicó.
Según el último recurso de amparo, el medicamento Durvalumab 500 mg tendría un precio unitario de $3.530, es decir, se pagaría solamente por un frasco cerca de ¢1.870.000, con el tipo de cambio actual.
Mientras que para el tratamiento completo que requería el amparado, por unos seis meses, el costo total ascendería a los $84.720, es decir ¢44,9 millones.
Al igual que Romero, dentro de la CCSS han visto este tipo de tratamientos como un riesgo para las finanzas de la institución, por ejemplo, el 19 de enero de 2023, Esteban Vega de la O, gerente de Logística de la institución, advirtió a los miembros de la junta directiva el riesgo que conllevaba para las finanzas el pago de la inmunoterapia.
“Yo siempre lo he dicho, si hay un tema donde la institución y todos los sistemas de salud tienen un alto riesgo desde el punto de vista de sostenibilidad financiera es en esto, como la inmunoterapia, que marca un antes y un después en la vida de los pacientes, pero ahora estamos hablando de cáncer, sin embargo, ya viene para otras patologías y en eso está trabajando toda la industria farmacéutica. Este tema es el que puede quebrar un sistema”, expresó el Dr. Vega, según consta en el acta de la junta directiva–sesión Nº 9307.
CÁNCER EN C.R.
La Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) reveló que anualmente más de 6.000 costarricenses pierden la batalla contra esta enfermedad.
Además, esta cifra se multiplica en el caso de los diagnosticados, ya que 13.000 ticos al año reciben la noticia de que sufren este padecimiento, no obstante, en caso de no realizar las medidas preventivas, el IARC señala que para 2040 los números se podrían duplicar.
Según los expertos, la ruta que se debería tomar es la detección temprana y la prevención, sin embargo, Warner Alpízar, profesor catedrático y experto en biología tumoral de la Universidad de Costa Rica indica que, de momento, el país no camina en esa dirección.
EL MILAGRO
La inmunoterapia es un tipo de tratamiento contra el cáncer, que ayuda al sistema inmunitario a combatirlo, ya que este sistema ayuda al cuerpo a combatir las infecciones y otras enfermedades. Como parte de su función normal detecta y destruye las células anormales e impide o frena el crecimiento de muchos cánceres y ataca los tumores dentro del organismo.
TIPOS
•Inhibidores de puntos de control inmunitario: Son fármacos que bloquean los puntos de control inmunitarios, al bloquearlos estos fármacos permiten que las células inmunitarias respondan con más fuerza al cáncer.
•Terapia de transferencia de células T: Es un tratamiento que fortalece la capacidad natural de las células T, para combatir el cáncer. En este tratamiento las células inmunitarias se toman del tumor del paciente.
•Anticuerpos monoclonales: son proteínas del sistema inmunitario creadas en el laboratorio con el propósito de unirse a blancos específicos en las células cancerosas.
•Vacunas de tratamiento contra el cáncer: Funcionan al fortalecer la respuesta del sistema inmunitario contra las células cancerosas.
•Inmunomoduladores: Son sustancias que intensifican la respuesta inmunitaria del cuerpo contra el cáncer.
¿EFECTOS SECUNDARIOS?
Según explica Ana Gloria Romero, los efectos secundarios pueden ser desde leves hasta graves, todo depende de la reacción que tenga el organismo y el tipo de cáncer y/o avance que presente.
Asimismo, recuerda que lo mejor sería que se pusiera en una balanza, con el médico tratante, el tipo de efectos que se pueden tener, ya que pueden ser comunes, como dolor de cabeza o diarrea.
“¿Cuál es la eficacia más grande?, que le va a alivianar, que le va a tener estable el tumor o muchas veces puede desaparecer, o sea, va a tener una calidad de vida muy diferente a la quimioterapia o a la radioterapia”, dijo.
OPINA
Ana Gloria Romero
Vicepresidente de la Anasovi
“Te ayuda a mantener una calidad de vida, es diferente a las demás terapias, algo novedoso y poco invasivo, porque ataca directamente al gen, al tumor. Le ayuda al paciente con esa enfermedad, que lleva más de ocho años con el martirio que significan las otras terapias, vienen a cambiarle la vida completamente al paciente, sus efectos son muy diferentes a los demás. Con esto el paciente puede hacer su vida casi normal”.
PERIODISTA: Daniel Suarez
EMAIL: [email protected]
Jueves 08 Agosto, 2024
HORA: 12:00 AM
SIGUIENTE NOTICIA