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Opinión

¡Gracias, Brisa!

Editorial

En la historia deportiva costarricense, grandes figuras con raíces ajenas a la patria han brillado en lo alto del Olimpo y la gloria mundial, recibiendo reconocimiento tanto de organismos internacionales como de la comunidad tica.

Basta con virar los ojos hacia las únicas dos medallistas olímpicas que han hecho ondear nuestra bandera en lo alto del podio, ambas hermanas y a su vez hijas de Managua con ascendencia alemana que, si bien el país las acogió de buena manera, aquellos que se jactaban de ser nacionalistas en un pasado retrógrado cuestionarían lo sucedido en Seúl, Atlanta y Sídney.

Por ese mismo lado, el país vecino del norte nos dio unos guantes privilegiados, pues Yokasta Valle, campeona mundial de boxeo, infla el pecho de orgullo a cualquier tico solo con pensar en cómo aspirará nuevamente por ser monarca absoluta del peso mínimo.

Si seguimos por el mismo tramo, tenemos que acordarnos del cabezazo bendito de Óscar Duarte que nos dio el 2-1 contra Uruguay en Brasil 2014 y, quedándonos en ese escenario, cabe recordar que el director técnico de aquella gesta inolvidable nació fuera de nuestras fronteras.

Y, siguiendo con el fútbol, solo dos veces hemos pisado los octavos de final en una Copa del Mundo, y en ambas ocasiones los entrenadores pasaban por Migración con un pasaporte de color distinto al resto del equipo.

Ahora vemos cómo otros deportes adquieren relevancia en la óptica tica, y al escuchar el acento de Brisa Hennessy, ver sus raíces norteamericanas, su apellido y su esencia nos indicaría que es una turista más con destino hacia las playas de Manuel Antonio.

Sin embargo, vale admirar cómo, a pesar de que en teoría no debería tener arraigo con este territorio, Brisa se siente nuestra. Escogió defender estos colores que arropan a apenas 5 millones de personas, tal vez porque se sintió parte de la riqueza de sus costas o porque el cariño de su gente la acogió como en familia, y siempre, a pesar de la distancia, supo que esta era su casa.

Hoy, la bandera tricolor vuelve a estar en lo alto gracias a Brisa, cuyo apellido al igual que otros como Duarte, Valle, Pinto, Poll, Milutinović y muchos más, defiende con orgullo el azul del cielo, el rojo de las mejillas del pueblo laborioso y el blanco de la paz.

Y no se nos olvide que ese mismo amor que todos ellos sintieron al competir por Costa Rica es el mismo que tienen quienes, con la cédula 8 en mano, se levantan a trabajar todos los días por un futuro mejor para su familia y para todos en general, porque si en territorio nacional se acoge a aquellos que nos dan gloria deportiva, ¿por qué no hacer lo mismo con los extranjeros que también desde sus trincheras aportan por un mejor país?

¡Gracias, Brisa, por mostrarnos una vez más el camino correcto! El de la casa común, el del pura vida y el de su gente amable, donde si alguien viene a contribuir y a sentirse tico para trabajar por el bienestar y la alegría de todos, será siempre bien recibido.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

EMAIL: [email protected]

Martes 06 Agosto, 2024

HORA: 12:00 AM

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