El incidente a nivel global ocasionado por el fallo tecnológico que interrumpió conexiones en transporte público, hospitales, servicios bancarios alrededor del mundo, no generó mayor problema en Costa Rica.
Tampoco reportó problemas el sector industrial, aunque el turismo sí se vio afectado. Varios extranjeros que esperaban volver a sus casas o costarricenses que se desplazarían a destinos fuera del país tuvieron que quedarse durante horas en el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría, debido al retraso o en algunos casos la cancelación de sus vuelos.
Según explicó Juan Belliard, director de Operaciones de Aeris, empresa encargada de gestionar dicha terminal aérea, se reportaron nueve vuelos retrasados y tres cancelados, por lo que les solicitaron a las personas que viajaban que llegaran entre tres y cuatro horas antes de la reprogramación.
Esta situación afectó directamente a aeropuertos, hospitales e instituciones de carácter público, debido a que estos son los clientes que acostumbran a contratar estos servicios.
“El impacto abarca clientes con misión crítica como aeropuertos o bancos, porque la empresa claustro tiene ese tipo de clientes, o sea tiene clientes de cierto nivel y vende sus servicios a ese tipo de clientes, un fallo de ese tipo no lo va a tener, digamos, la población general, o sea no lo va a tener, por ejemplo, la población costarricense”, concluyó el investigador del ECCI.
BAJO CONTROL
El Ministerio de Innovación, Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt), indicó que nueve instituciones presentaron problemas en pequeña medida, sin embargo, siete de ellas pudieron solucionar la afectación durante la tarde de este viernes y las otras dos pudieron resolver el 90% de sus inconvenientes.
Según aclaró Paula Bogantes, jerarca del Micitt, el hecho no se trató de un ciberataque, sino de un fallo en los sistemas operativos de varias instituciones.
“La primera afectación la reportamos a la 1 a.m., e inmediatamente nos pusimos en contacto con el proveedor de CrowdStrike en Costa Rica y a las 2:15 a.m. ya la empresa había compartido una solución para los afectados”, detalló.
Esta situación se generó debido a una falla en la actualización de la plataforma de seguridad informática CrowdStrike, la cual tiene un producto llamado Falcon, que sirve para Windows e impactó a diversas empresas e instituciones, provocando errores de “pantalla azul” (BSOD) que dejaron algunos equipos con el sistema operativo de Microsoft inservibles, por lo que se necesitó ponerlos en “modo rescate” para recuperarlos.
“El problema que generó esa actualización es que la máquina que recibe la actualización se reinicia y luego entra en un ciclo infinito de reinicio, o sea, no logra arrancar el sistema, entonces la solución que es bastante simple, es entrar en modo seguro y borrar los archivos que afectan a la máquina.
Sin embargo, el problema es que esa solución es manual, es decir, el personal de Tecnologías de la Información o el personal informático tiene que ir a la máquina y arreglarlo, o sea, tienen que ir máquina por máquina arreglando cada una. Eso implica que, si usted tiene 1.000 máquinas y un personal de 50 personas, esas 50 personas tienen que ir máquina por máquina resolviendo y eso toma tiempo, por eso es que ha tomado mucho tiempo”, explicó Braulio Solano, investigador de la Universidad de Costa Rica en la Escuela de Ciencias de la Computación e Informática (ECCI).
PERIODISTA: Daniel Suarez
CRÉDITOS: Foto: Tomada de redes
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Sábado 20 Julio, 2024
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