Fue a la escuela la mañana del 28 de marzo de 2001, su mamá le tenía pago un transporte, pero nunca llegó a casa.
Francisco Sánchez Potosme, a quien cariñosamente todos llaman Panchito, hoy cumple 23 años desaparecido.
Su madre, Ángela Potosme, recuerda esa mañana que lo subió al transporte escolar y a mediodía, cuando salió a recogerlo, el señor de la buseta le informó que no había subido. “Me dijo que seguro venía por allí, pero mi corazón de madre me dijo que algo no estaba bien”, dijo.
Potosme sostuvo una relación sentimental con un sujeto de apellido Alvarado, quien al terminar la relación, la amenazó, asegurándole que "le iba a dar donde más le doliera" por haberlo dejado, y que ni ella ni las autoridades iban a poder hacer algo al respecto.
Desde entonces el niño desapareció, y durante el tiempo transcurrido ella ha encontrado a dos muchachos que coinciden con la edad de su hijo, e incluso, en uno de los casos ella se mudó a Nicaragua, cuidó a un enfermo durante dos meses, el cual coincidía con quien podría ser Panchito, pero la prueba de ADN determinó que no era así.
“Alvarado se metió a la escuela y le dijo a mi Panchito que iba a una fiesta en Nicaragua, él les dijo a sus amiguitos que entraran a clases porque se iba. Un muchacho lo vio cuando se iba con él y desde entonces nunca más lo volví a ver”, agregó.
Alvarado fue sentenciado dos años bajo el cargo de extracción de menor, pero luego quedó en libertad.
Potosme asegura que ya lo perdonó, y que solo quiere abrazar a su hijo.
Las paredes de su vivienda están cubiertas con fotos familiares, la mayoría de ellas plasma a Panchito sonriente. “Así lo veo en mis sueños, lo veo vivo. Solo pido saber dónde está”.
PERIODISTA: Yucsiany Salazar. *Colaboración: Deyfid Solórzano.
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