Que planifiquen mejor Bajo Los Ledezma

Editorial

Aunque este fin de semana se abrió el paso vehicular sobre el río Torres en el popular Bajo Los Ledezma como una medida paliativa mientras se construye el puente de reemplazo sobre la vieja estructura, que estaba a punto de colapsar, lo cierto es que miles de conductores que sufren diariamente por los congestionamientos viales al darse cuenta de la medida dieron gracias al altísimo.

Y es que desde el pasado 26 de enero, cuando se dio el cierre por la vía cantonal, prácticamente San José colapsó por completo y se generaron presas a todo momento del día, en especial en las horas pico, sobre la ruta General Cañas, la cual permite el ingreso a la ciudad capital.

Lo anterior provocó el malestar general en los choferes dado que el parque vehícular en el país alcanza casi la mitad de la población costarricense que ronda los 5 millones.

Muchos han criticado la mala o cero planificación que hubo alrededor del tema por parte de las autoridades municipales, que contrataron a la empresa Traesa para la construcción de la nueva estructura.

Justamente el presidente de la República, Rodrigo Chaves, señaló “que antes de haber demolido el puente se debió haber hecho el estudio de impacto vial”.

Recordemos que tanto la demolición de la obra como la nueva construcción se hicieron con el financiamiento de un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) de 2018 y cuando el propio mandatario solicitó las explicaciones del caso le indicaron que el préstamo no contemplaba costear este tipo de estudios.

De ahí que Traesa, que es la encargada de levantar la nueva estructura con ayuda de la Agencia de Cooperación Alemana para el Desarrollo (GIZ), deberá correr para tener el nuevo puente y habilitar el paso.

Por lo tanto, la colocación de estos dos puentes Bailey, que permitirán circular por la zona, significa un verdadero alivio para los bolsillos de los conductores que no perderán dinero por las incontables horas que pasan sumidos en las presas.

De hecho, las propias autoridades del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) señalaron que la circulación está dispuesta exclusivamente para vehículos livianos y sin restricción de horarios.

Además, recordaron que por ser un sector constructivo la velocidad moderada que se solicita a los conductores debe rondar los 30 kilómetros por hora.

No cabe duda que cualquiera puede equivocarse, pero no cometer un yerro como el vivido que ha costado miles de millones a la economía nacional: gasto de combustibles, traslado retardado de las mercaderías de cientos de camiones repartidores, de furgones, incluso de trabajadores que se desplazan en autobús y que no pueden llegar a tiempo a sus labores.

Lo relevante de todo esto es aprender de los errores para no volver a cometerlos, sin embargo, pareciera que nuestras autoridades, desde el gobierno local hasta el MOPT, que no escapan de la supervisión de este tipo de construcciones, quieren seguir por el camino escabroso y trasladar la inoperancia a Costa Rica.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

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Lunes 11 Marzo, 2024

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