Diario Extra - Personas con discapacidad piden renuncia de ministro

La intención del Gobierno de eliminar las exoneraciones del pago de impuestos a los implementos de ayuda para las personas con discapacidad no cayó nada bien entre las agrupaciones defensoras de los derechos de estos grupos.
Tras días de ser compartida la información de un nuevo proyecto de ley para reforma fiscal, la iniciativa fue confirmada por el presidente de República, Rodrigo Chaves, y por el ministro de Hacienda, Nogui Acosta, en la conferencia de prensa posterior el Consejo de Gobierno.
Tras la conferencia, Acosta comentó a un medio digital que “los pobres no se organizan y por eso las exenciones benefician solo a los ricos”.
Así justificó que, de aprobarse la reforma de ley, los implementos médicos como de sillas de ruedas y similares, camas especiales para hospitales, así como equipo ortopédico, pierdan la exoneración que ahora les cubre gracias a la Ley N.º 7293. “La gente que más compra implementos médicos de ese tipo son los de más altos ingresos”, señaló el ministro.

RESPUESTAS A ACOSTA

Tras estas declaraciones, el Movimiento Nacional de Discapacidad pide la renuncia inmediata de Acosta, así como una disculpa pública.
Indican que, en la Encuesta Nacional Sobre Discriminación, más del 52% de la población en situación de discapacidad se encuentra entre los dos primeros quintiles de ingreso (es decir, entre quienes menos ganan).
El 74,6% utiliza productos de apoyo y del 26,8% que los requiere necesita cambiarlos, pero el 68,9% no lo hace porque no puede pagarlo.
“Lo social no se puede quitar de lo económico y lo fiscal, pues están íntimamente relacionados. No son de recibo las declaraciones del ministro de Hacienda, ya que son discriminatorias, capacitistas, clasistas e infundadas”, finaliza la comunicación del Movimiento Nacional de Discapacidad.
Por su parte, Zaida Castro, presidenta del Movimiento de Personas con Discapacidad de Mora, comentó a DIARIO EXTRA que están preocupados por la posibilidad de pagar más por implementos como andaderas, rodilleras, sillas de ruedas, bordones, dispositivos para baño de adultos mayores, entre otros.
“La persona con discapacidad ha sido históricamente invisibilizada. Hemos luchado para que estas personas tengan autonomía, pero ahora nos están poniendo impuestos a los implementos que utilizamos”, comentó Castro.
Añadió que muchas de las personas con discapacidad viven con una pensión de ¢140 mil, por lo que costear alguno de estos dispositivos les afecta mucho.