Soy una mujer soltera de 17 años. En mi casa todas somos de reglas muy fuertes, mi mamá y mis tías dicen que ellas sangraban a chorros. A mí me pasa igual desde las primeras veces que me bajó. Tengo que usar toallas nocturnas todo el día, y aun así a veces se me pasa la regla. Uso pantalones oscuros porque ya me ha pasado varias veces. Lo peor es que ahora estoy en la “U”, y como vivo en Escazú no puedo devolverme rápidamente para la casa.
- Esta es una situación muy frecuente que deja en evidencia la ineficacia del sistema educativo occidental para preparar a las nuevas generaciones para las contingencias de la vida y, sobre todo, para desvanecer los mitos perjudiciales que subsisten como legado familiar.
Durante años se consideró, equivocadamente, que la regla era un castigo, y como tal las mujeres debían sufrir mes a mes sangrados abundantes, dolores intensos, descomposiciones, desmayos, dolores de cabeza y de más, al punto que era común que las jóvenes se ausentaran de clases esos días, y las mayores faltarán al trabajo.
Hoy sabemos que la regla no debe tener esas terribles manifestaciones, los sangrados deben ser escasos o moderados, jamás que empapen la toalla y mucho menos una toalla nocturna, de igual manera no deben pasarse ni empapar las prendas de vestir. Estas auténticas hemorragias nos hablan, a esas edades, de un problema hormonal y, de no tratarse, pueden provocar, además de las congojas cotidianas, cuadros de anemia que pueden afectar severamente al organismo.
A pesar de lo aparatoso de estos cuadros menstruales, el tratamiento suele ser muy sencillo, y se basa en reguladores hormonales que son muy nobles, se asimilan bastante bien y son de bajo costo.
PERIODISTA:
CRÉDITOS: Dr. Mauro Fernández, sexólogo
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Martes 04 Abril, 2023
HORA: 12:00 AM
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