El aborto tumba y pulveriza la vida

Opinión

Costa Rica está enfrentando la baja sensible de su población, que se multiplica negativamente hacia un incremento de la tercera edad, y olvida la fuerza de la juventud.
Según recientes trabajos científicos, la población de Costa Rica se viene deteriorando cada año. Las campañas de control natal, el desprecio de la vida familiar y la destrucción del matrimonio han causado graves hundimientos en la sociedad costarricense.
El envejecimiento de la población, de ahora al año 2050, es un reto geopolítico de gran importancia que debe ser estudiado, pues una nación que no tiene hijos se deteriora cada jornada.
Cada vida merece respeto. Para ello, se requiere no pulverizar la población con el aborto, sino dar el apoyo, la atención médica y social a cada embarazada, pues todo niño es un tesoro.
Cuando los derechos a la vida no son respetados con solidez, los principios de derechos humanos, vivienda, salud y familia se hacen vanos e ilusorios.
La fuerza histórica de Costa Rica, salida de su pequeñez, siempre ha tenido en la batalla por la vida y la dignidad humana su columna vertebral. Se ha expresado, en mejor educación, hospitales, legislación social, pero sobre todo en eliminar la pena de muerte, decretada por el Presidente Tomás Guardia.
No a la pena de muerte. En Costa Rica ha quedado claro que aquí nadie sobra.
Todos sus hijos de esta patria son bienvenidos
La vida, desde el momento de la concepción hasta el momento de la muerte, debe ser defendida sin contemplación, siempre.
Esto corresponde a cada médico, enfermera, auxiliar de enfermería, farmacéutico y a cada ciudadano explicar y defender la vida humana, pues aquí nadie sobra.
NI la vida humana ni las personas pueden ser consideradas como un objeto, deben ser consideradas con el mayor respeto y la mayor vigilancia por parte de las personas, de las comunidades, de las naciones y los organismos internacionales.
No necesitamos el aborto ni la norma técnica desde la seguridad social.

*Diplomático