Diario Extra - Mujeres que inspiran con su trabajo

La Sociedad Portuaria de Caldera (SPC) hace un merecido homenaje a todas las mujeres que día a día buscan salir adelante, se esfuerzan por cumplir sus proyectos profesionales y demuestran que están en igualdad de condiciones. Actualmente la fuerza laboral de dicha empresa está integrada por 199 hombres y 38 mujeres, de las cuales 20 se desarrollan en el área administrativa y 18 desde la operativa, y además seis de ellas se desempeñan en una jefatura.
Hoy presentamos tres historias de mujeres que se dedican por completo a su trabajo y son motivo de inspiración para que las futuras generaciones sepan que los sueños se pueden cumplir.
Conversamos con Esmeralda Lugo, administradora aduanera; Yuendy Álvarez, primera operadora de equipos; y Grettel Arias, jefa de almacenaje de la Sociedad Portuaria de Caldera.
Ellas compartieron su testimonio para demostrar que, con su actitud y fortaleza, cuentan con las aptitudes y habilidades para sobresalir en los diferentes campos donde laboran, así como ejercer trabajos para los que todavía se mantiene el pensamiento de que solo hombres pueden desempeñarlos.

Esmeralda Lugo, administradora aduanera

“He demostrado que sí se puede”

Esmeralda Lugo Ernest tiene un bachillerato en Administración Aduanera y cuenta con seis años de experiencia en la Sociedad Portuaria de Caldera (SPC).

Lugo comenzó a laborar en control de inventarios y ahí se mantuvo por cuatro años, para posteriormente asumir el puesto de Gate Control (“control de puertas”).

La trabajadora reconoció que al inicio le resultó complicado desarrollar este tipo de actividades, como toda labor nueva que se realiza en una empresa, no obstante, reconoció que fue adquiriendo experiencia y siente satisfacción por lo alcanzado.Hoy día es mamá de una niña de cuatro años y sabe que la mezcla entre laborar en la empresa y ser mamá puede resultar compleja, pero aduce que, con organización y esmero, se dedicó a ejercer funciones en esos dos ámbitos de su vida.

“He demostrado que sí se puede. Es complicado, pero si uno se organiza, si uno toma confianza de las cosas, claro que sí se puede. En este momento, somos 3 mujeres en el mismo departamento y la mayoría son hombres.Te puedo decir que las tres hacemos lo mismo, trabajamos en las mismas condiciones y dos de nosotras somos mamás, pero siempre salimos adelante. A cualquier mujer, a cualquier persona, le puedo decir que sí se puede”, detalló.Entre sus funciones actuales se destacan el estar a cargo del control de ingreso y salida de contenedores, propiamente en la entrada del Puerto Caldera en el Pacífico Central del país.Recordó su momento especial cuando estuvo embarazada en la SPC y dijo que recibió apoyo de la empresa en múltiples formas para el momento más feliz de una mujer: cuando se convierte en mamá.

Yuendy Álvarez, primera operadora de equipos

“Por naturaleza humana, tenemos esencia”

Yuendy Álvarez Briceño es la primera operadora de equipos de la Sociedad Portuaria de Caldera (SPC), y reconoce que, por naturaleza humana, la mujer tiene una esencia que la caracteriza para efectuar sus funciones en la sociedad.
Álvarez tiene tres años de formar parte en la compañía. Comenzó en marzo de 2020, cuando el país estaba en plena pandemia y en el mundo había incertidumbre laboral, pero eso le dio más fuerza para hacer el trabajo que hoy desempeña.
Actualmente combina sus funciones como operadora y como mamá de dos adolescentes, una muchacha de 16 años y un joven de 14.
Dentro de sus funciones se encuentra la de manejar montacargas y a partir de octubre de 2022 se le dio la oportunidad de avanzar, por lo que aprende a desempeñarse con las frontales, que mueven los contenedores.
Dijo que trabajar con la SPC en lo personal es un reto del cual aprende todos los días, gracias al voto de confianza que le dieron para desarrollar sus funciones.
Relató que nunca había manejado ninguna de las maquinarias y personalmente está satisfecha de aprender con cada una de ellas para dar lo mejor de sí misma.
“En realidad, ni por la mente se me había ocurrido nunca ni dedicarme a eso, ni hacer eso. Entonces digamos que también requiere de un equilibrio mental porque, para nadie es un secreto, la mujer es un poco sumisa.
Uno cree que tal vez no puede ejercer ciertas funciones que las sacan la mayoría de los hombres. Personalmente, estoy satisfecha porque son logros míos personales, logros que, aquí hasta que me muera, los voy a tener así”, sostuvo.
Hizo un llamado a la sociedad para que dejen el chip machista y se concentren en que en pleno siglo XXI hay igualdad de condiciones tanto para mujeres como para hombres.
Añadió que incluso las mujeres son más cuidadosas, de modo que agradece el apoyo brindado por la empresa.
“Por naturaleza humana, la mujer tiene una esencia, ver más allá. Ya hay que quitar ese pensamiento de que las mujeres no pueden hacer esos trabajos por su condición de ser mujer.
Las mujeres somos capaces. También la mentalidad de las mujeres debe cambiar, ese de rechazarse por ser mujer. Uno trabaja con dedicación, esfuerzo, y verá que uno sí logra ver hasta dónde lo puede lograr”, enfatizó.

Grettel Arias, jefa de almacenaje

“Debemos de cambiar el chip nosotras mismas”

Grettel Arias Ortega lleva 14 años trabajando para la Sociedad Portuaria de Caldera (SPC) y reflexiona que son las propias mujeres quienes deben cambiar el chip de pensar que no son capaces.
Arias invita a las mujeres a demostrar que, con esfuerzo, dedicación y perseverancia, tienen las mismas capacidades de los hombres para desempeñarse en cualquier trabajo que se les presente.
Hoy día, Arias se desempeña como la jefa de almacenaje en el Departamento de Operaciones Portuarias.
Comenzó como auxiliar en el almacén fiscal en un área hermana del Departamento de Operaciones y posteriormente logró ser ascendida al control de inventarios en el área del Departamento de Almacenaje.
Describió sus funciones, que consisten específicamente en recibir las mercancías que se descargan a los buques e ingresan al país, ya sea para el almacenaje en la zona portuaria como para entregarse a los navíos.
“Debemos de cambiar el chip nosotras mismas y ubicarnos en esos puestos, en esas posiciones, porque si nosotros mismos no podemos, no aspiramos, no postulamos a este tipo de carreras que tienen relación, no podemos corregir o cambiar ese chip machista de los demás.
Es muy importante el hecho de apoyarnos entre las mismas mujeres porque yo tengo que creérmela y porque yo creo que las otras compañeras con capaces de desempeñarse y desarrollarse en igualdad, en cualquier ámbito. Para mí es lo más importante”, precisó.
Estudió Administración en Comercio Exterior en la Universidad de Costa Rica (UCR) y se dedicó a las operaciones portuarias, que van de la mano con todo lo relacionado con tramitología.
Indicó que sus conocimientos le permitieron desarrollarse en el ámbito portuario y velar por el cumplimiento aduanal en relación con lo asociado al Departamento de Servicios Portuarios, así como también la verificación interna en controles, manejo de documentación y demás.
“Nosotras somos mujeres profesionales, somos madres y primero podemos pensar desde nosotras mismas y después con nuestras compañeras, y luego la crianza de nuestros hijos. Fomentar en hijos varones que las mujeres son capaces de desarrollarse en cualquier ámbito”, indicó.
Comenta que tiene un hijo, por lo que mezcla ambas pasiones: la de trabajar para la SPC y la de ser madre de familia.