En algún momento, todos hemos tenido que gestionar emociones de una connotación negativa muy intensas. ¿Qué hacer en estos momentos? ¿Cómo afrontarlas? ¡En este artículo se lo contamos!
Las personas reaccionamos a los estímulos y nos emocionamos tanto fisiológicamente (liberando moléculas implicadas en las emociones como el cortisol o la oxitocina); como psicológicamente, es decir, con pensamientos y con atribuciones de significado.
Estrategias para identificarlas:
1. ¡IDENTIFÍQUELA!
¿Cómo podemos lidiar con emociones difíciles, como la frustración o la ira, si somos incapaces de identificarlas? Un ejercicio funcional es tomarnos 5 minutos diarios en el espacio del día que así lo requieras para analizar, sensibilizar y concientizarnos de esas emociones de la cual hemos obtenido un resultado positivo y otros no tanto.
2. ¿CON QUÉ INTENSIDAD LA SIENTE?
Por ejemplo, del 1 al 5, ¿cuál es la intensidad de las emociones que gobiernan su estado emocional? Esto puede realizarse a través de una herramienta: el termómetro de las emociones. Entre otras cosas, permite la identificación de las emociones, su expresión y su cuantificación.
3. PRÓXIMA ESTACIÓN LA AUTOCOMPASIÓN
Implica ser consciente de nuestras fortalezas y de nuestras virtudes, pero también implica tratarnos con amor y con respeto cuando pasamos por momentos difíciles.
4. ¡TODO ES PASAJERO!
La vida es cambio. Ninguna emoción es permanente. Son tan solo diferentes paradas en el largo camino de la vida. A veces son paradas muy amables y agradables en las que nos sentimos felices y en otras ocasiones son paradas amargas en las que la frustración y la tristeza son preponderantes.
5. INVESTIGUE
¿Por qué me siento así? ¿Qué es la frustración? ¿Qué puedo hacer para sentirme mejor? El conocimiento es poder. Nos permite tener la capacidad de modular nuestros estados afectivos hasta lograr la calma y la paz de espíritu que necesitamos.
6. ABANDONE EL INTENTO DE CONTROL
El control es el problema. A este respecto, le proponemos un ejercicio: intente no pensar en un elefante rosa. ¿Qué ha ocurrido? ¿Ha pensado en un elefante rosa? Por favor, no piense en un elefante rosa. Ahí está. ¡El elefante rosa vuelve a hacer acto de presencia!
La realidad es que el hecho de intentar controlar lo que sentimos hace que la emoción se intensifique todavía más. En este sentido, es más productivo utilizar otra estrategia como la distracción hasta que la intensidad emocional llegue un nivel más manejable. Si siente que está sobrepasado y que las soluciones parecen desvanecerse entre sus dedos, le recomendamos que contacte con su profesional de confianza. Con probabilidad, será capaz de ayudarle y de guiarle hacia la recuperación.
Teléfono: 8872-0670 y preguntar por la Dra. Morales.
Facebook: Psicología Clínica y Salud
