Diario Extra - El chequeo hormonal en ellas

La semana anterior instamos a los varones a realizar el chequeo de la próstata como propósito de Año Nuevo. Pues bien, es ideal que la mujer mayor de 45 años se haga un chequeo hormonal. Pero esta vez, tiene una connotación especial, porque debido a la pandemia muchas mujeres no tuvieron un adecuado control médico en los últimos dos años.
Recordemos que, con la menopausia, los ovarios dejan de funcionar, la menstruación desaparece, por ende, se pierde la capacidad de tener hijos y también los beneficios que las hormonas del ovario le aportan al organismo femenino, lo cual repercute en muchas áreas, entre ellas la esfera sexual.
La medicina ha transformado el ciclo de vida. En la actualidad vivimos más años, muchos más que antes, al punto que diríamos que hoy vivimos dos vidas. Sí, los estudios indican que la esperanza de vida ronda los ochenta años, cuando a principios del siglo anterior apenas sobrepasaba los cuarenta años.
Además, no solo vivimos más años, sino que nos conservamos mejor. Hoy una mujer de cuarenta años es prácticamente una “chiquilla” y a los cincuenta diríamos que es una mujer madura, no una mujer mayor y mucho menos una anciana. Esto no solo es cierto desde el punto de vista social, laboral, y vivencial sino también en el ámbito sexual.
Hoy la mujer de cuarenta, de cincuenta y más años maneja la expectativa de mantener su vida sexual, expectativa que comparte con su pareja. Esto resalta la importancia de un adecuado control ginecológico y hormonal, sobre todo cuando se rondan los cincuenta años, porque en Costa Rica los fenómenos menopáusicos suelen presentarse entre los cuarenta y siete años y los cincuenta y tres años.
La menopausia tiene varias formas de presentación. Clásicamente se presentan oleadas de calor que recorren todo el cuerpo o se limitan a la cara y la espalda, acompañadas de una vasta sudoración. La regla pierde su patrón normal, la mujer puede sangrar varias veces al mes o pasar meses sin menstruar y el sangrado puede ser escaso o desproporcionadamente abundante.
En muchas mujeres hay cambios fuertes en el carácter, que condicionan cuadros de irritabilidad, intolerancia, y a veces hasta de depresión. También se ha descrito que se pueden presentar problemas de insomnio, calores, bochornos, pereza, cansancio, somnolencia, agotamiento y una enorme apatía que repercuten de manera negativa en las relaciones familiares, en el área laboral y en la misma relación de pareja.
En el área sexual, la menopausia suele pasar factura, es frecuente que el deseo sexual disminuya, así como la capacidad de experimentar orgasmos. Además, la vagina se adelgaza y pierde la humedad, convirtiéndose en una vagina reseca, que sangra con facilidad y que se vuelve dolorosa a la penetración.
Todo esto condiciona fuertes limitaciones en el área sexual, que desconciertan tanto a la mujer como a su pareja, quienes no entienden qué es lo que está pasando, y muchos se cuestionan si es que se perdió la atracción, la química o hasta el mismo amor.
Afortunadamente, hoy contamos con diversos tratamientos que permiten recuperar esa vitalidad perdida tanto en el área social, laboral, afectiva como sexual, propiciando la estabilidad del vínculo de pareja. De manera que es cuestión de consultar.