Conforme pasan los años el cuerpo empieza a perder flexibilidad como parte de un proceso natural el fluido que lubrica y amortigua las articulaciones tiende a desaparecer, con lo cual se vuelven más rígidas.
Ante esta situación, los expertos mencionan que los estiramientos regulares, pueden ayudar a mantener la flexibilidad, por lo que el Colegio Americano de Medicina Deportiva (ACSM) recomienda realizarlos de dos a tres veces por semana.
Ya sea antes o después de realizar alguna actividad, lo cierto es que los trabajos de estiramiento pueden realizarse en cualquier momento.
Entre sus beneficios se puede mencionar: flexibilidad, mayor capacidad de movimiento, mejora la circulación, evita problemas posturales, Previene lesiones en la espalda, favorece la relajación.
Pese a que cada persona fija la tensión en zonas distintas, la mayoría puede beneficiarse de un impulso de flexibilidad en los músculos que ayudan a extender la pierna hacia atrás y doblar la rodilla (isquiotibiales), los hombros y el cuello.
Es por eso que los siguentes estiramientos, realizados tres veces en cada lado durante 10 a 60 segundos, pueden aflojarlos:
1 - Isquiotibiales: sentarse en el borde de una silla y extender la pierna derecha hacia fuera, con el talón en el suelo, mantener la espalda recta, inclinarse hacia delante y extender la mano derecha hacia el pie derecho. (Cuando los isquiotibiales se estiren, detenerse y aguantar).
2 - Hombros: de pie, sujetar una toalla pequeña con la mano derecha y lanzarla sobre el hombro derecho. Llevar la mano izquierda a la espalda para agarrar la parte inferior de la toalla. Tirar hacia abajo de la toalla con la mano izquierda hasta sentir tensión en el hombro derecho y en la parte superior del brazo.
Para los especialistas, la clave está en sentir tensión y no dolor cuando se estila cada músculo.