No se deje llevar por los vientos de diciembre

Editorial

Estamos en una de las épocas más especiales del año, la Navidad reúne a familias y permite incentivar la unión entre amigos y hermanos. Es el momento para compartir o recordar a esos seres queridos que ya no están con nosotros.
Los villancicos, el olor a ciprés, las luces de colores, el árbol, la corona de Adviento, el portal y hasta Santa Claus forman parte de los adornos que dan entusiasmo a una de las temporadas más especiales del año.
Se acercan las vacaciones, los amigos secretos, la compra de presentes, las tardes de café, los vientos alisios, las bufandas, botas y abrigos de colores llamativos, lo cual nos lleva a otra dimensión; además, la algarabía se apodera de los hogares, los sitios de trabajo y de las calles en general, por lo que dejamos de lado decisiones y situaciones importantes.
Sin embargo, a pesar de todo lo bonito que sucede en este mes no podemos perder la perspectiva de la realidad económica del país, las tasas de los prestamos están por las nubes, si bien es cierto el dólar en este momento esta a niveles normales en cualquier momento vuelve a presentar una subida y otra vez la gente tendrá problemas con sus deudas.
El que llegue una época de festejos y buenos convivios con amigos y conocidos no quiere decir que la gente tenga que dejar de hacerse cargo de sus deudas y es que muchos se empiezan a hacerse los desmemoriados con lo que deben de pagar.
Si bien es cierto el sector público y los pensionados ya recibieron su aguinaldo, y los del sector privado los tendrán en algún momento de acá al 20 de diciembre, esto no quiere decir que la gente pueda despilfarrar el dinero, porque no podemos obviar que luego de las fiestas decembrinas inevitablemente llegan la cuesta de enero y la entrada a clases.
No podemos olvidar que durante este mes se deben pagar los marchamos para circular de manera tranquila en enero, los impuestos municipales también se deben pagar para estas épocas y quienes tienen hijos cancelar matrículas y las últimas mensualidades del año, porque con qué cara se irán de fiesta si saben todo lo que deben.
No todo es comercial, juguetes o regalos. La Navidad es un tiempo de reflexión previo a comenzar un nuevo año sobre lo bueno y lo malo, así como lo más importante.
Pero lamentablemente para algunos es tiempo de alcohol, agresiones físicas o incluso se torna como uno de los periodos más violentos, por lo cual hacemos un llamado a la reflexión para vivir en armonía y paz.
También es el periodo en que una mala cabeza podría generar implicaciones económicas para una familia, por lo que sentémonos a pensar y planificar.
Dicha planificación se da con el propósito de enfrentar la temida cuesta de enero.
Cuide sus finanzas, no permita que el comercio las consuma ni deje que las malas decisiones lo pongan en aprietos de cara al nuevo año. Analice detenidamente qué tiene, necesita y desea. Haga una lista de prioridades y destine así parte del dinero.
Que no sean las fiestas decembrinas la excusa perfecta para dejar de lado las responsabilidades ciudadanas, todos los costarricenses, además de meternos de cabeza en las pachangas de fin y principio de año, debemos desde ya comenzar a analizar el rumbo que deseamos para nuestro país.