A pesar de lo común que es la catarata, la mayoría de los casos no son detectados oportunamente debido a la naturaleza indolora y la poca frecuencia con la que las personas acuden con un oftalmólogo.
Con la enfermedad pueden verse afectados ambos ojos o solo uno y para diagnosticarla los especialistas buscan un tono amarillento sobre el cristalino.
Para detectar las cataratas a tiempo, se deben tomar en cuenta síntomas como la visión borrosa, además la calidad de la percepción de los colores se va debilitando, por ejemplo, los blancos comenzarán a parecer amarillentos y los rojos más de un tono rosa, sin embargo, se trata de un síntoma gradual que la mayoría solo nota después de pasar por la operación de cataratas.
Al notar que el nivel de luz que antes era cómodo comienza a molestar y la luz de las lámparas resulta difícil de percibir, puede que ser una señal de alerta.
Las cataratas deterioran la capacidad que tienen los ojos para contrastar entre la oscuridad y los semáforos brillantes, por esta razón, la mayoría de los pacientes con cataratas tienen problemas para conducir en la noche.
Al detectar problemas para distinguir la letra pequeña, se debe acudir con un optometrista, en caso de que unos lentes no ayuden a solucionar el problema, podría tratarse de un caso de cataratas.
Según la Asociación Americana de Optometría, el cristalino del ojo funciona como la lente de una cámara, ya que enfoca la luz en la retina y permite que las cosas se perciban con claridad.
Por último, teniendo en cuenta que la mayoría de los síntomas son muy silenciosos, es importante someterse a un examen ocular anual para estar al tanto del desarrollo de las cataratas u otras enfermedades.
