El agotamiento no siempre se debe a la calidad de sueño, la falta de ejercicio, dieta o incluso ciertas afecciones físicas o mentales pueden enmascararse detrás de la fatiga.
Según los expertos, ciertos comportamientos pueden drenar la energía, por ejemplo, saltarse el desayuno, provoca que las personas se sientan más cansadas a lo largo del día, el metabolismo se ralentiza para ahorrar energía y se refleja en la velocidad de los movimientos y reacciones instintivas.
No hacer entrenamiento físico, ni siquiera durante media hora al día, se considera un mal hábito, además el sedentarismo es uno de los factores asociados a la obesidad un factor de riesgo para enfermedades crónicas como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares.
La actividad física estimula la energía y da mucho más para el resto del día.
Tratar de quedar bien con todas las personas y asistir a todos los compromisos puede generar estrés, por lo que se debe hacer una selección y determinar prioridades.
Si bien el nivel de azúcar en la sangre debe ser siempre constante, nunca debe ser demasiado alto, por lo que comer demasiados dulces afectará la energía.
La acumulación de cafeína podría alterar el ritmo sueño-vigilia, de ahí la importancia de no consumir demasiado café.
