Soy una mujer soltera de 31 años. Conocí a un muchacho muy elegante, simpático y tan expresivo que inmediatamente me enamoré. Empezamos una relación y me dijo que era asesor de empresas pero que con la cuarentena lo despidieron. Por lo de la burbuja, él se vino a vivir conmigo y desde entonces no ha conseguido trabajo. Aunque entiendo su situación, a él como que no le preocupa gastar y gastar mi dinero, me siento como si estuviera con un chulo.
Son muchas personas las que tienen problemas con el trabajo, desde luego, están aquellos que no logran conseguir un empleo debido a la situación imperante tanto en Costa Rica como en el mundo, pero también están aquellos que cuando alguien vela por ellos muestra poco interés en buscar una labor remunerada. Desde Tolstoi, pasando por San Pablo y hasta el mismo Lenin han sido claros en censurar tal proceder al decir una máxima de la vida, “el que no trabaja que no coma”,
Los escenarios son diversos, a veces es el hijo que vive arrecostado, sin trabajar, sin estudiar, o prolongando sus estudios “indefinidamente” para seguir viviendo a costa de sus padres. Da pena ver cómo tardan años en sacar carreras, si es que las concluyen.
También está el varón que, ante los ingresos de su pareja, desiste de trabajar, y vive largos periodos sin buscar un trabajo. Tal vez sorprenda al lector, pero esto sucede con inusitada frecuencia, son muchas las mujeres que se ven involucradas en ese tipo de situación que parece surrealista, y como tal les resulta difícil de solucionar.
En estos casos es imperativo hablar en buenos términos, pero claro y directo con la idea de poner fin al problema. Muchas veces esto es más que suficiente, pero desdichadamente en otras ocasiones es mayúscula la resistencia a desistir de la vagabundería.
PERIODISTA: Redacción Diario Extra
CRÉDITOS: Dr. Mauro Fernández Sexólogo
EMAIL: [email protected]
Viernes 25 Noviembre, 2022
HORA: 12:00 AM
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