El crecimiento económico de Costa Rica se desacelerará al 2,3% en 2023 y se estaría recuperando al 3,7% en 2024 a medida que la economía mundial tenga un menor desempeño.
Así lo señaló la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la cual advirtió que seguirá para el país una inflación alta y persistente.
Esto implica que el Banco Central debería continuar con una política monetaria restrictiva, que afectará los ingresos reales disponibles de los hogares y el alza en las tasas de interés.
Advirtieron que se suavizará el consumo privado en la segunda mitad de 2022 y en 2023, lo cual tendrá un efecto negativo sobre el turismo, la actividad económica y el empleo.
La OCDE indicó como un aspecto positivo que las entradas de inversión extranjera continuarán durante el periodo de proyección, mientras que la inversión pública seguirá siendo débil.
La inflación se proyecta que caiga a 6,9% en 2023 y 4,2% en 2024, a medida que las presiones inflacionarias externas desaparezcan.
Además, se dice que el alto grado de dolarización de la economía costarricense expone al país a riesgos de financiamiento externo y de tipo de cambio.
Entre las medidas que podrían ayudar se incluye el establecimiento de la ventanilla única, la reducción de la alta carga administrativa para iniciar una empresa y mejorar la calidad de la educación.
En materia fiscal la deuda pública alcanzará un máximo de 70% aproximadamente en 2022 antes de comenzar a bajar.
Otras recomendaciones son potenciar una red de guarderías, avanzar en la estrategia de descarbonización y seguir con las reformas que fortalecen la competencia a nivel de mercados.
PERIODISTA: María Siu Lanzas
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Miércoles 23 Noviembre, 2022
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