Nuestro sistema de salud confirma nuestras oportunidades

Miguel Ángel Rodriguez

Como vivimos tiempos difíciles por la prolongación de políticas públicas erradas y por causas externas, tendemos a solo ver los aspectos negativos de nuestras circunstancias y los problemas del futuro.

Comentando algunas de mis columnas anteriores, Lorena me hizo ver que se podía estar proyectando un panorama exageradamente negativo. Pero es evidente que del pasado heredamos enormes ventajas, que el presente nos muestra progresos y que para enfrentar los años que siguen disfrutamos de muy convenientes oportunidades.

Ello es evidente en temas como nuestra institucionalidad democrática, la fuerza de nuestro estado de derecho, el desarrollo de nuestras exportaciones, la magnitud de la inversión directa extranjera, el aprecio generalizado por nuestras instituciones, la baja conflictividad, el apego a la juridicidad y otros.

Uno de los campos en los que debemos sentirnos muy satisfechos es el de la salud, aunque claro podemos y debemos mejorar.

En América, solo Canadá nos supera en expectativa de vida. En mortalidad infantil también tenemos muy buenos resultados y en América solo nos superan Cuba, Canadá y Chile. Gracias a los esfuerzos que se vienen realizando desde finales del siglo XX Costa Rica es la nación con mayor tasa de sobrevivencia cinco años después de la detección del cáncer de cérvix.

Ahora el índice de muertes prematuras por enfermedades crónicas no trasmisibles de la Organización Mundial de la Salud viene a indicarnos que somos la nación con menor riesgo de sufrirlas en nuestro continente, y en este siglo ha disminuido en un 26%.

Entre los objetivos de desarrollo sustentable 2030 se incluye disminuir este tipo de muertes en un tercio para 2030.

Este índice mide la probabilidad de que personas entre 30 y 70 años mueran de enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes, y enfermedades respiratorias crónicas. Son muertes que afectan a la población en su período más productivo de vida, y son prevenibles evitando el tabaco, el consumo excesivo de alcohol, la vida sedentaria y una mala alimentación. Y por supuesto, con buena atención médica.

La salud es un campo en el que Costa Rica ha dado buenos pasos desde el siglo XIX al final del cual ya estaba entre los países de América Latina con mejor expectativa de vida, avanzó sustancialmente con la creación de la CCSS en 1941, luego con la marcha hacía la universalización de sus servicios que se inicia en la década de 1950, con la unión de los servicios médicos curativos en los setentas y llegó a su estructura actual con la reforma del sector salud que se planeó y ejecutó en los noventas con la rectoría del Ministerio de Salud, la unificación de las prestaciones de salud en la CCSS y la descentralización de la atención mediante los EBAIS.

Esta última reforma es un ejemplo del camino a seguir para resolver nuestros problemas. Se planeo y ejecutó en forma continuada por tres diferentes gobiernos, el de don Rafael Angel Calderón Fournier que la inició, el de don José maría Figueres Olsen que la continuó y el que tuve el honro de presidir que la culminó y consolidó. La buena respuesta que fue posible ante la pandemia, y resultados como el obtenido en cuanto a muertes prematuras por enfermedades crónicas no contagiosas muestran las bondades de lo construido.

Estas realizaciones nos deben dar fortaleza, luces y energía para enfrentar los problemas actuales.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

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Lunes 03 Octubre, 2022

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Miguel Ángel Rodriguez