Soy una mujer recién casada, de 26 años. Soy ingeniera, y tuve un noviazgo por dos años y hace unos meses me casé. Nunca estuve enamorada, ni mi esposo tampoco, pero me di cuenta de que lo que iba a tener si me casaba nunca lo tendría con mi trabajo. Hoy tengo una vida llena de lujos. No sé si me equivoqué, y tampoco sé qué puedo esperar de una relación como esta. Creo que me influenciaron mis amigas, que me decían que solo una tonta rechazaría a un hombre así.
- A lo largo de la historia los vínculos maritales se han establecido por múltiples motivos, y aunque resulta sorprendente es hasta hace unas cuantas décadas que la gente se casa por amor. Por el contrario, hoy los sentimientos son considerados indispensables para que una pareja opte por la vida en común.
Sin embargo, en algunos sectores sociales se crean vínculos por otros motivos entre ellos, la conveniencia económica. Debemos tener claro que las relaciones responden al objetivo por el cual fueron creadas. Si el motivo es económico lo que se debe esperar es el beneficio económico.
Es decir, este tipo de vínculos no va a generar la plenitud emocional ni la realización sentimental, porque no fue creado para eso. Estas personas difícilmente van a sentirse realmente queridas, y rara vez van a poder experimentar que aman de forma desmedida a su pareja.
Ahora bien, si la decisión fue la correcta eso depende del lugar que cada individuo dé a los sentimientos. Algunas personas le dan un lugar preponderante al amor, otras por el contrario lo relegan a un segundo plano. De igual manera, también depende de la importancia que cada persona dé a los lujos, para algunos estos están por encima de lo emocional mientras que para otros no hay lujo que valga un amor verdadero.
PERIODISTA:
CRÉDITOS: Dr. Mauro Fernández, sexólogo
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Miércoles 28 Septiembre, 2022
HORA: 12:00 AM
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