Aumentos de salario y calidad de vida

Opinión

Los aumentos de salario en el sector privado al parecer no resultan suficientes para compensar el alto costo de la vida, sin embargo, los más afectados han sido, como siempre, los que realizan trabajos más básicos o sin atestados de profesionalización. Y es que ese problema no es nuevo, sino que se arrastra desde hace muchos años y con una tendencia a hacer más amplia la brecha entre los puestos sencillos y los altos salarios de profesionales y jerarquías (tanto en el sector público como privado).

Así pues, las personas que en este momento ganan más de un millón de colones (según su grado de endeudamiento) todavía podrían paliar la carestía de las cosas y si encima de eso reciben un aumento cada cierto tiempo eso significa un ajuste salarial considerable, pero cosa distinta será para una empleada doméstica, un guarda del sector privado, un chofer de camión o autobús a los cuales, si se les aumenta el salario, eso no será muy significativo.

Y es que en materia de aumentos de salarios quizá el modelo de aplicación necesita ser modificado para acortar la gran brecha que se mencionó en anteriores líneas. Pero si los gobiernos y los sindicatos no hacen legítimo consenso o entran en ese raciocinio, este país seguirá con una mala repartición de la riqueza.

Pero en términos más generalizados cabe explicar otros aspectos, entonces podríamos recordar aquel dicho que dice: “el que gana menos debe gastar menos, y el que gana más puede gastar más”. Por eso, en las familias con muy buenos ingresos las personas adquieren autos lujosos, casas y enseres ostentosos, viajan a menudo a otros países, tienen a sus hijos en instituciones privadas y de renombre, poseen fincas de recreo, entre otras cosas, mientras tanto los más pobres deben contentarse con lo que les depare el destino, o esta sociedad tan injusta.

Además, podemos conocer a muchas personas que en afán de aparentar ante los demás, se endeudan con las famosas tarjetas del “diablo” (crédito) y por culpa de seductores planes de financiamiento para obtener todo tipo de cosas, pero en el fondo son trampas para transformar a los deudores, en esclavos del endeudamiento por muchos años.

De todas formas, estamos en malos tiempos producto de una alarmante carestía de las cosas por culpa de los constantes incrementos de precios del petróleo, por la inestabilidad económica nacional y depreciación de la moneda (el colón en nuestro caso), otras veces por la escasez alimentaria causada por factores climáticos y hasta políticos; por eso cada persona o familia debe hacerle “más números” a su economía doméstica, o sea, buscar formas de manejo más responsable, del dinero o hábitos de consumo.

*Escritor y comentarista de temas cotidianos

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

EMAIL: [email protected]

Viernes 23 Septiembre, 2022

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Osvaldo Corrales Jiménez*