Investigadores de la Universidad de Harvard en Estados Unidos, presentaron en la revista Nutrition el caso de un joven de 19 años de edad que sufría disfunción eréctil debido al consumo excesivo de soja.
Según demostraron las pruebas clínicas, este componente de su dieta había disminuido drásticamente los niveles de testosterona en sangre.
Tras el descubrimiento el joven dejo de consumir soja y los problemas acabaron, al año se había normalizado la vida sexual del paciente.
Practicar ciclismo más de tres horas a la semana aumenta el riesgo de sufrir disfunción eréctil, según concluía una investigación de la Escuela de Medicina de Harvard.
Al parecer estar sentado sobre el sillín de una bicicleta genera una presión en la zona del perineo que puede dañar los nervios e interrumpir temporalmente el flujo de sangre hacia el pene.
Pero no es necesario elegir entre el deporte o el sexo, basta escoger el sillín adecuado o usar pantalones con almohadillas para evitar estos indeseables efectos.
Si a un hombre le falta vitamina D, su libido suele caer en picada, así concluye un estudio australiano publicado en la revista Clinical Endocrinology. Según los autores, para que la cantidad de testosterona producida sea adecuada hacen falta 30 nanogramos de vitamina D por mililitro de sangre.
Según un experimento dado a conocer en Science las llamadas “lágrimas emocionales” contienen hormonas como la prolactina o la leucina, que podrían tener una función biológica, ya que el olor de las lágrimas femeninas reduce en el sexo opuesto la testosterona y disminuye la excitación sexual a nivel cerebral.
