Diario Extra - Mapaches y garrapatas 'se comen' El Buen Pastor

Pulgas, mapaches y garrapatas hacen de las suyas en el Centro de Atención Institucional (CAI) Vilma Curling Rivera, conocido popularmente como El Buen Pastor.
Lo anterior sin contar los malos olores como producto de las heces de distintos animales, inundaciones y otras situaciones que acontecen en dicho centro penal.
La situación es tan grave que incluso la Sala Constitucional ordenó a las autoridades de la cárcel de mujeres intervenir en un plazo no mayor a tres meses.

EL CASO

El 7 de junio anterior, una privada de libertad presentó un recurso de amparo contra el Ministerio de Justicia y Paz, ya que, en el lado A (donde se encuentra recluida) se inunda cada vez que cae un aguacero. Del mismo modo, sostuvo que su módulo está infestado de garrapatas y lleno de heces de mapache, lo que ha comprometido su estado de salud.
En el mismo recurso, una segunda reclusa a la que le colocaron pines en una de sus rodillas y debe ser intervenida quirúrgicamente, relató a los Magistrados de Sala Constitucional que, debido a las condiciones insalubres, tenía que estar llevando baldes de agua para lavar el patio, lo cual ha afectado sus extremidades.
La mujer añadió que cuenta con dictámenes médicos en que le indican que no puede estar levantando baldes de agua, pero ahora debe estar movilizándolos el doble, producto de las condiciones poco higiénicas del sector donde se encuentra.
La misma privada de libertad dijo que había solicitado ayuda al Área Médica del centro; sin embargo, “no las atienden”. Al caso se le asignó el expediente número 22-012715-0007-CO.

¿QUÉ DICE LA CÁRCEL?

A través de un oficio dirigido a las autoridades judiciales, Kathia Góngora Meza y Marcela Gálvez Lizano, directora general y jefa a. i. de Servicios de Salud respectivamente, manifestaron que ambas privadas de libertad se encontraban en un espacio convivencial que cuenta con todos los servicios básicos (agua, luz, electricidad, servicio sanitario, así mismo de cama y cajón).
Del mismo modo, admitieron que el Centro Penitenciario es visitado por algunos animales, entre ellos mapaches y gatos, pero es un tema que “se les sale de control”.
No obstante, aseguraron que se han realizado coordinaciones con el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae), junto con una ONG que se encarga de recibir o castrar gatos, para evitar el incremento de más animales a lo interno del edificio.
Por otra parte, mencionaron que han hecho campañas para que a las privadas de libertad no les den alimentos o dejen basureros al alcance de los animales, “sin embargo la población hace caso omiso a estos consejos, por lo que la visita de los animales permanece”.
“Los gatos forman parte de las mascotas de la población, ya que ellas mismas, reitero continúan alimentándolos y permitiendo su ingreso incluso a los dormitorios. Por parte de la Administración se programan todos los años fumigaciones a lo interno del Centro Penitenciario, tanto en los módulos de convivencia y espacios aledaños como cuartos de la policía penitenciaria, cocina, edificio administrativo, etc., por lo que no resulta cierto que el Centro este invadido de moscos, pulgas, garrapatas”, señalaron.

RECORRIDO

Según Sala IV, en un recorrido realizado en el módulo de materno infantil, se percibió en el área de lavado un fuerte olor a animal muerto, y se les indicó que se trataba de un mapache en estado de descomposición en el cielorraso, situación que en apariencia es común. Además, se observó además un mapache en el techo del lavadero aparentemente herido o enfermo.
Durante la inspección, también se observó cómo funcionarios del área de mantenimiento despegaban el techo de las oficinas del personal para extraer dos mapaches muertos.
Como si fuera poco, la cocina permanece con acumulación de telas de araña y sin mantenimiento de las trampas de grasa. Indican que no poseen andamios para acceder al alto del techo con el objetivo de ejecutar la correspondiente limpieza.

SALA IV

Así, analizados todos los elementos, los magistrados dieron razón a las privadas de libertad y se ordenó a Jimmy Vargas Charpentier, en su condición de director del Área Rectora de Salud de Desamparados del Ministerio de Salud, que en un plazo de tres días se dicten por medio de órdenes sanitarias las medidas provisionales y definitivas necesarias para la atención de los problemas infraestructurales, así como los concernientes a la presencia de mapaches y otros vectores en el módulo B5 del CAI Vilma Curling Rivera.