Evaluación educativa en el ojo del huracán

Editorial

Los que ya estamos entraditos en años, y aquellos que tenemos hijos en edad escolar o colegial, podemos notar los grandes cambios que se han dado a nivel educativo en el país y claramente nos topamos con que lamentablemente, en muchas situaciones, no han sido para bien.

Y ahora, para terminar de hacerla, luego de un reporte de la Contraloría General de la República, debemos sumar que encontraron deficiencias en la evaluación educativa. Como país debemos poner las barbas en remojo porque nos toca estar claros en que los niños que estudian en la actualidad serán los profesionales del futuro, entonces esto nos hace pensar qué nos esperará.

No puede ser posible que el tema educativo, con la relevancia que tiene, en este país se siga queriendo tapar el sol con un dedo y nadie hace nada para resolverlo, los estudiantes están saliendo mal preparados, la materia se está dando a medias y cada vez quitan más cosas de las mallas curriculares como si no fueran necesarias.

Los que acumulamos décadas aprendimos muchas cosas que nos han servido para el futuro, pero ahora cada vez quieren poner menos carga académica, los exámenes deben ser menos fuertes porque si no todo mundo reclama y la calidad de lo que se les enseña a los jóvenes parece ser muy inferior a lo que se veía hace muchos años.

Por ejemplo, en tiempos pasados el Ministerio de Educación Pública promovía la lectura, cultivaba el amor por los libros y toda la magia que podemos encontrar en los textos de los diferentes géneros, sin embargo, ahora se ven las listas escolares y cada vez se debe realizar menos lecturas obligatorias y su elección en algunos casos pareciera antojadiza.

De hecho, es inconcebible saber que, en lugar de fomentar que se lean los libros, muchos maestros de diferentes centros educativos incentivan a los alumnos a buscar los resúmenes, pero este caso no es el único preocupante pues el hecho de que ya no sea obligatorio saber leer para pasar primer grado atrasa el aprendizaje en primaria.

Si un maestro está obligado a no dejar a nadie en primer grado, para el siguiente año sabe que le tocará empezar de cero, porque tiene alumnos que no están al mismo nivel que los demás.

Pero además, si tomamos en cuenta la materia que se enseña en la educación publica con respecto al sector privado, nos damos por enterados de que las diferencias resultan abismales y no debería ser así porque se supone que los mismos profesores dan clases.

Pero la exigencia, las metodologías y las maneras de enseñar evidencian una gran ventaja para los estudiantes de los centros educativos privados, quienes sin lugar a dudas salen mejor preparados y con mejores herramientas para hacer frente a los retos del futuro.

Es difícil que avancemos como país si nos damos cuenta a través del informe de la Contraloría que la Comisión Nacional Coordinadora de Calidad, por ejemplo, sesionó únicamente en 12 ocasiones durante 9 años y, lo peor de todo, no dio a conocer productos concretos para mejorar el Sistema Nacional de Evaluación de la Calidad de la Educación.

Esperemos que a partir de este informe las autoridades del MEP se fajen y busquen mejorar todo lo señalado, una vez más hacemos un llamado para que estos reportes no sean engavetados y no se conviertan en nido de cucarachas y ratones que nadie vuelve a ver de nuevo.

Mejorar la educación de nuestros niños y adolescentes no es una cosa de juego, se debe tomar con toda la seriedad del caso, porque de esto depende el futuro que tendrán ellos y el país.

No es justo que muchas veces, cuando alguien llega a pedir un trabajo, un punto determinante para escogerlo es si estudió en el sector privado o público. Si todos recibiéramos la misma calidad de educación, esto no sería motivo de discriminación.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

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Sábado 13 Agosto, 2022

HORA: 12:00 AM