La agrupación verdiblanca

Opinión

El Partido Liberación Nacional (PLN), uno de los dos partidos tradicionales del país y el más antiguo de los actuales partidos políticos, es la primera fuerza de oposición en la Asamblea Legislativa, donde además tiene la fracción más grande, el partido cuenta con 19 escaños en el Congreso.

Fundado el 12 de octubre de 1951. Desde su fundación, 7 liberacionistas, a través de 9 elecciones presidenciales, han servido como presidentes de Costa Rica, siendo la más reciente Laura Chinchilla Miranda, quien fue elegida como la 46 presidente mediante las elecciones presidenciales de 2010, fue la primera mujer costarricense elegida para dirigir los destinos de esta gran nación. El fundador y principal líder de esta agrupación política fue José Figueres Ferrer.

El pensamiento político es oficialmente socialdemócrata. En nuestro país la política es eminentemente personalista. Esto hace que surjan con frecuencia dentro de un partido distintas corrientes en torno a caudillos o familias. Dentro del mismo PLN existen tres tendencias principales: el arismo (a la derecha), el mongismo/arayismo (a la izquierda) y el figuerismo en el medio.

Después de estas tres pérdidas seguidas, el cataclismo ya estaba a la vuelta de la esquina, la verdad, la tercera derrota no fue hacia el partido sino por el candidato, y si nos vamos un poco para atrás en el tiempo todavía los liberacionistas recuerdan el bochornoso show en un debate de televisión entre José María Figueres y Antonio Álvarez Desanti, cuando eran precandidatos liberacionistas ambos bajo la misma bandera, enemigos circunstanciales, y de pronto para las elecciones 2022 olvidaron el pasado por una cuestión familiar, claro, una diputación de por medio.

En la elección presidencial de 2022, el partido, en la segunda ronda, vuelve a sufrir otra nueva derrota, siendo la primera vez en la historia del partido y para el pueblo costarricense que está fuera del poder por tres períodos consecutivos. Podría ser en parte que la salida de un militante como Rolando Araya influyó en esa debacle porque este señor tenía sus arrastres dentro de las tiendas liberacionistas. Por otra parte, algunos tomaron otras banderas por cuenta propia, otros se apartaron tal vez por falta de oportunidades o posiblemente desacuerdos con la dirigencia, pues bien, creo que la cúpula verdiblanca no prestó la suficiente atención a los problemas que estaban sucediendo y como consecuencia el tercer traspié.

Por este mismo medio, había publicado una opinión (“Renovar la dirigencia”, viernes 6/5/22), el tema sobre el Partido Liberación era: “con esta última contienda electoral ya lleva tres tropiezos en línea. Ya debería reinventarse, incorporar nueva sangre, nuevas figuras, renovar la dirigencia, entre otras cosas”. Una cosa muy importante: no porque la exmandataria liberacionista doña Laura Chinchilla Miranda, molesta, abandonó las trincheras verdiblancas se descubren las graves anomalías existentes, hace tiempo ya la crisis se veía venir, solo era cuestión de tiempo.

Por otro lado, como que hay un serio levantamiento en las filas liberacionistas, pues bien, un grupo de militantes están exigiendo la salida de ciertas figuras que, según ellos, ya cumplieron su ciclo de servicio dentro de la agrupación verdiblanca. Tienen que cambiar la cara antes de las elecciones presidenciales 2026 porque ante otro fracaso más el riesgo es la desaparición de la arena política, esto sería un desastre para el país, y su lugar podría ser ocupado por cualquier partido de izquierda. Por ahora, lo que le queda al partido es recuperar el tiempo perdido.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

EMAIL: [email protected]

Viernes 12 Agosto, 2022

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Lic. Roy Levell Brown