Pobres y sin apoyo

Miguel Angel Rodriguez

Las familias pobres en Costa Rica están sufriendo. En 2020 la pobreza subió 5,2 puntos porcentuales para afectar a un 26,2% de las familias. Con la recuperación del año pasado bajó a 23%. Este año con el incremento en el precio de alimentos y combustibles me temo que habrá vuelto a subir cuando nos den el dato de la encuesta de hogares.

Quienes hemos tenido a lo largo de la vida relaciones con familias en pobreza y las mantenemos podemos dar testimonio anecdótico de su situación. Por años hemos podido Lorena y yo mantener amistad y relación con familias por relaciones de trabajo, de comunidad, o políticas, que nos solicitan auxilio de cuando en cuando. Y usualmente podíamos ofrecerles alguna colaboración, pero sobre todo podíamos ayudarlas para que por las vías normales accedieran al IMAS para que sus casos pudieran ser estudiados.

Claro que se trata de que se sigan las normas y se hagan los estudios adecuados para determinar objetivamente por el IMAS la condición de pobreza de la familia respectiva.

Como el que más he estado empeñado en que los apoyos del gobierno a las familias necesitadas se den de acuerdo con criterios objetivos y por eso apoyamos el SIPO durante los años 1998-2002 y me entusiasmó el establecimiento del SINERUBE con la propuesta de la ex Primera Dama Gloria Bejarano cuando fue diputada.

Pero ahora eso es casi imposible. Ahora que en distintos casos en que una familia me solicita ayuda y trato de encaminar sus pasos para que pueda presentarse al IMAS para ser atendida, encuentro que no hay manera de que pueda lograrlo.

Obtengo un número de teléfono al que debe llamar la interesada para obtener una cita. Sí, la interesada en femenino, pues en nuestro caso quienes nos buscan son mujeres jefas de hogar o con parejas incapacitadas para trabajar. Y desdichadamente la experiencia repetida es que no logran que les atiendan el teléfono. Y cuando ocasionalmente logran una comunicación, la respuesta que obtienen es que no hay citas disponibles para atenderlos. Que llamen el mes siguiente. Y se vuelve a repetir la cadena de frustración.

La familia se queda sin siquiera saber si está incluida en el SINERUBE. Menos tiene la posibilidad de que al menos se la ponga a hacer fila para que se haga el estudio de su condición de pobreza si no se tiene su ficha.

Simplemente la puerta está cerrada. Cerrada lo mismo si se trata de una beca o bono para un hijo estudiante o de una ayuda transitoria por condiciones de agravamiento de las dificultades económicas.

Las familias que están recibiendo apoyo de los programas de combate a la pobreza los siguen recibiendo. ¿Seguirán siendo todos los casos justificados? Las que no están recibiendo ayuda no encuentran posibilidad de obtenerla.

Si como temo la pobreza está creciendo este problema de estar en pobreza y desamparadas debe estar afectando cada vez a más familias.

Urge que el IMAS, el Gobierno y la Asamblea Legislativa vuelvan sus ojos hacia la pobreza y tomen medidas. Esta injusticia no debe continuar.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

EMAIL: [email protected]

Lunes 11 Julio, 2022

HORA: 12:00 AM

CRÉDITOS: Miguel Angel Rodriguez