Curiepe. (AFP) - Una gigantesca olla de sopa preparada sobre trozos de leña es parte del menú que Elvira Alvarado y su familia ofrendan para honrar a San Juan Bautista. También hay pequeños panes en forma de letras que unidos forman su nombre.
Este año la celebración, conocida en varias zonas de Venezuela como la "Parranda de San Juan", adquirió un significado especial porque en diciembre de 2021 se convirtió en la octava manifestación cultural de Venezuela reconocida como patrimonio inmaterial por la Unesco.
En las calles de Curiepe, un pueblo de unos 14.000 habitantes ubicado a 56 kilómetros de Caracas, hábiles bailarines mueven sus caderas al son de tambores hechos con madera y pieles de venado. A ratos llueven caramelos y granos que son lanzados como símbolos de abundancia y prosperidad.
El licor también es una parte inseparable de la fiesta, que en el caso de Curiepe dura tres días.
"San Juan para mí es algo grande", comenta Elvira, de 71 años y responsable de transmitir la tradición a su familia que desde hace 37 años ha recibido la imagen y alimentado a cientos de vecinos, pero este año los organizadores la llevaron a la "casa de la cultura".
UN PAN ESPECIAL
Además de la sopa y las bebidas, Elvira reparte panes que son considerados "milagrosos" por los creyentes. En la entrada de su casa está colgado el nombre de San Juan Bautista hecho con harina de trigo.
"Las letras de pan son llevadas a la iglesia para bendecirlas, dicen que si un niño no habla, al comer la letra (de pan) le viene ese don", asegura Elvira.
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Sábado 25 Junio, 2022
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