Sin opciones para tener un hogar

Editorial

Cuando dos personas deciden unir sus vidas, por lo general tienen un sueño, que en la actualidad comparten con los solteros, pero poco a poco se ve más lejano: contar con una vivienda propia.

Sin embargo, y para mala fortuna de muchos, gran cantidad de personas a veces ganan un salario lo suficientemente alto como para que no puedan optar por un bono de vivienda, pero lamentablemente el mismo sueldo a la vez resulta muy bajo como para obtener un crédito. Es entonces cuando, como dicen los abuelos, quedamos metidos en un zapato.

Hacerse de una casa en la actualidad es todo un lujo al cual no cualquiera puede acceder y prueba de ello es que por lo menos 152 mil familias carecen de una vivienda digna.

Al menos 16 mil de estas no poseen casa del todo, por lo que deben alquilar con el riesgo de que en cualquier momento el dueño ocupe el inmueble y se tengan que ir a buscar nuevamente un nuevo sitio para establecerse.

Además, para nadie es un secreto que los alquileres cada vez están más caros y a veces se torna muy difícil encontrar casa porque ahora la moda es que en muchos de estos lugares no aceptan animales, niños o en algunos sitios ninguno de los dos, casi que ocupan alquilarle a personas solteras o parejas que nunca estén porque andan trabajando.

De estas familias que no tienen una vivienda digna también hay cuando menos unas 136 mil que cuentan con una casa, sin embargo, las condiciones en las que viven no son las más optimas para que nadie permanezca en dicho recinto.

Gente apelotada en los cuartos, piso de tierra, exceso de humedad, cantidad incontable de huecos que lastimosamente aparecen cada vez más entre peor llueve, y aparte están las viviendas que se ubican en sitios sumamente peligrosos y que significan un gran riesgo para cada uno de los habitantes. Si bien estas personas tienen una casa y van más adelantadas que muchos que siguen sin acceder a nada, no es justo que nadie viva con miedo a quedarse sin hogar en cualquier momento porque la naturaleza hizo de las suyas, todos deberían de contar con las mismas opciones para poder hacerse de su casita.

En los casos de vivienda tampoco podemos obviar que el fenómeno de las cuarterías se encuentra presente en la mayoría de los países de América Latina y Costa Rica no es la excepción a esta regla, sin embargo, ese debe ser un aspecto que cobre mayor importancia en cuanto a regulación y control por parte de las autoridades.

Las cuarterías se volvieron más comunes en tiempos de pandemia, pero lamentablemente, por los focos de infección que a lo interno se suscitaron, principalmente en San José, comprendieron un elemento propiciador de propagación del coronavirus.

Eso evidenció las pésimas condiciones en las que se encuentra la mayoría de las personas que habitan en esos lugares. Ojalá de verdad las autoridades, tanto nacionales como municipales, se centren en una política de vivienda oportuna y se preste la atención que corresponde para que quienes viven en este tipo de lugares que no cuentan con las normas básicas ya no sigan pasándola mal.

Es momento de que las autoridades que dan vivienda en el país se pongan ojo al Cristo para que estas opciones habitacionales lleguen realmente a personas que lo necesitan para que de esta manera se logre sacar adelante a quienes sobreviven en condiciones infrahumanas.

PERIODISTA: Redacción Diario Extra

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Miércoles 22 Junio, 2022

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