Diario Extra - Tiroteo en escuela deja segunda víctima mortal

Pese a que luchó por su vida más de 24 horas, don Juan José Ortiz Rivera falleció producto del balazo que recibió en su cabeza. El señor de 67 años de edad es víctima colateral del tiroteo que se dio dentro de una escuela en Colina de Limón y cuyo blanco fue Ronny Dobrosky Rojas, de 39 años también fallecido.
Ortiz trabajaba como guarda en el Centro Educativo María Inmaculada, donde se encargaba de recibir a los menores a su entrada a la institución.
Cuando Dobrosky hacía entrega de su hija, tres sujetos que lo siguieron aprovecharon el momento para atacarlo y dispararle en al menos 17 ocasiones con fusiles AK-47, AR-15 y pistola 9 milímetros en su cuerpo.
Producto del tiroteo, Ortiz recibió un disparo y quedó gravemente herido, de inmediato fue llevado hasta el Hospital Tony Facio en el centro de la provincia, sin embargo, por lo crítico de su salud, se decidió trasladarlo hasta el Hospital Calderón Guardia en la capital.
A pesar del afán de los médicos por salvarle la vida a don José, este falleció. Por lo que se dio el reporte al Organismo de Investigación Judicial (OIJ) cuyos agentes llegaron al centro médico capitalino para realizar el levantamiento del cuerpo, que llevaron al Complejo de Ciencias Forenses.
Datos a los que tuvo acceso El Periódico de Más Venta de Costa Rica, Dobrosky era el líder de una banda que surtía drogas en Guápiles, Matina, Siquirres y el cantón central de Limón. A la estructura también se le vincula con crimen organizado, posesión de armas de fuego, homicidios, tráfico de drogas y asociación ilícita.
HÉROE

DIARIO EXTRA conversó con Juan Gabriel Ortiz, hijo de don Juan José, quien dijo que su padre logró ganarse el cariño de las personas por su forma de ser y del que destacó su vocación de servicio.
“Muchas personas nos daban apoyo, todo lo que es el cantón de Limón, al ser una escuela reconocida, lo describían como una persona humilde, servicial, se le desbordaba por los poros. También mantenía su amabilidad con los niños, con los padres de familia y con el personal del centro educativo”, expresó.
Para Juan Gabriel, el que fue su padre y quien el pasado 15 de mayo cumplió 67 años era un hombre ejemplar, que pese a su edad se mantenía trabajando en lo que más le gustaba.
“No se necesita una capa para ser un superhéroe. Para mi fue un héroe porque lo que él hizo sin importar la procedencia de la familia, cumplió en dar algo más de lo que era, la palabra más correcta para describir a mi papá es que fue muy valiente en todos los aspectos de la vida”, añadió.

HOGAREÑO

Según describe Juan Gabriel, su progenitor era una persona dedicada a la familia y su trabajo, quien pese alcanzar su jubilación volvió al centro educativo a laborar.
“La última vez que lo vi fue hace como un mes y medio por temas familiares, siempre estábamos en comunicación. Después de pensionarse siguió trabajando por la calidad de persona que era, la misma institución y el cariño de las personas hicieron que lo pidieran de nuevo. Era muy de familia, muy atento a mi abuelita que está mayor, era muy casero, del trabajo a la casa y viceversa”, añadió.
Además, el hijo se mostró muy preocupado por los hechos de violencia que no solo afectan al Caribe, sino el resto del país.
“Esto es algo que está a nivel nacional, lamentablemente no han ejercido justicia y las autoridades nos han quedado debiendo en cuanto a la seguridad pública. Imagínese cuántos disparos hubo, que hubiese pasado en una salida del colegio, en un recreo, cuántos niños hubieran sido heridos, cuántas familias estuvieran llorando en Limón. Lamentablemente mi papá fue el chivo expiatorio para que muchos nos demos cuenta que esto puede pasar en cualquier parte del país”, concluyó.